Martínez Sevilla explicó a Servimedia que el primer objetivo de esa operación sería quitar al ex ministro del "foco polítio" que supone el Congreso, demostrando la concepción que los socialistas tienen del Senado como un "desván político donde se arrinconan los viejos muebles parlamentarios o donde van a parar los cadáveres políticos como Barrionuevo".

Una segunda intención, según el parlamentario de IU, sería descargar sobre los electores las propias responsabilidades del Partido Socialista, ya que la Cámara Alta tiene listas abiertas y el ex ministro podría recibir votos del electorado de la derecha.

La tercera fialidad, que en opinión de Martínez Sevilla sería la más "perversa", es que al adquirir Barrionuevo la condición de senador sería necesario tramitar un nuevo suplicatorio para que siguiese su procesamiento en el Tribunal Supremo, tal como dice expresamente el artículo 22 del Reglamento de la Cámara Alta.

PUNTO FINAL

"Aquí", puntualizó, "es donde puede haber una connivencia ya pactada entre el PSOE y el PP, como reflejan las declaraciones de Aznar de pasar página. El PP podría no votar este nuevo suplcatorio y poner punto final, lo quiera o no la justicia, a las actuaciones contra el ex ministro".

En su opinión, el PP está "jugando con fuego" y debería comprometerse ante la opinión pública con tres cuestiones: desclasificar los papeles del CESID como secreto de Estado y enviarlos a la Audiencia Nacional, comprometerse a apoyar cualquier investigación sobre las violaciones de la democracia desde el aparato del Estado -bien en la época del GAL o del pre-GAL- y comprometerse a no obstaculizar el funconamiento de la justicia y no oponerse a la concesión de un nuevo suplicatorio para Barrionuevo.

"Las declaraciones ambiguas del PP en los últimos días dan que pensar que puede haber alguna connivencia entre populares y socialistas para obviar las responsabilidades políticas derivadas de la organización y actuación de los GAL", concluyó Martínez Sevilla.