En declaraciones a Servimedia, Barreda afirmó que "Azpeitia se está convirtiendo en un Mondragón dos", porque en esta localidad "han pasado muchos meses" desde que ETA asesinó a Isaías Carrasco "y no se ha movido nada, después de todo aquel lío de mociones éticas y democráticas", ya que esta disputa política se ha saldado con una mayor "fortaleza de ANV y de la alcaldesa de Mondragón".

A su juicio, ahora, tras el asesinato de Ignacio Uria, "puede que se repita el escenario de Mondragón en Azpeitia", algo que es "moralmente inaceptable, que políticamente no tiene recorrido y sólo conduce a la frustración de los demócratas".

Barreda lamentó que "la mayoría de los ciudadanos no vean capacidad en los dirigentes políticos para actuar" y que, "una vez más, los políticos aparezcan como plañideras incapaces de actuar".

"Hace falta presentar mociones de censura ya, donde gobierna ANV, porque no hay ninguna justificación democrática para anteponer viejas querellas partidistas locales a la recuperación de la democracia de estos ayuntamientos", añadió.

"Hace falta", reiteró, "aplicar la capacidad legal que ya tenemos para disolver los ayuntamientos en base al artículo 61 de la Ley de Bases de Régimen Local", que establece la posibilidad de que el Consejo de Ministros pueda, mediante un real decreto, disolver corporaciones locales que no condenen este tipo de actuaciones de forma "grave y reiterada".

"Es imposible, en la mayoría de los ayuntamientos, que la violación (del art.61) no sea grave y reiterada, si en Mondragón no es grave y reiterada, si en Azpeitia no es grave y reiterada, que venga Dios y lo vea", exclamó.

"Muchas veces no es un problema de legalidad, sino de memoria, al que nos estamos enfrentando. A lo mejor, hace falta refrescar esa memoria recurriendo a las hemerotecas" ya que este tipo de "debates se han producido muchas veces y estos señores (los alcaldes) nunca han condenado nada".

Según Barreda, no aplicar este artículo supondría "abrir otros escenarios, porque no decidir es abrir otros escenarios" que conducen a la "sospecha" de que "alguien quiera tener abierto el escenario" de "una negociación Gobierno-ETA".

Además, explicó que no disolver estas corporaciones municipales supondría también "fortalecer a ANV y envalentonarla, porque no sufre ninguna consecuencia de las actuaciones de ETA contra los ciudadanos" y "reforzar el efecto de la extorsión sobre los empresarios, porque no hay capacidad democrática de reacción" ante los atentados perpetrados por ETA.

Por todo ello, Barreda insistió en que "hay que actuar y hay que tomar decisiones" y lamentó que "el Gobierno se resista a actuar" pues "parece que aboga por escenarios poco deseables", como la negociación con los terroristas.

"Al día siguiente", de los atentados de ETA, "la vida sigue y lo que sigue, también es la fortaleza política de ANV", por eso "hay que tomar decisiones que son inaplazables e impedir que los ayuntamientos gobernados por ANV administren determinadas ayudas" como la del fondo municipal de 8.000 millones de euros.