En el marco del debate de la Ley de Presupuestos, en el Parlamento autonómico, José María Barreda aseveró que "muchos de los que estamos aquí, trabajando en esta región, no lo hacemos por la retribución salarial sino por el compromiso adquirido con nuestra tierra y nuestras ideas".

El artículo 25 de la ley de presupuestos regionales establece la homologación salarial de los altos cargos, como el de presidente, que fija un aumento de 50.000 euros al año.

El presidente autonómico manifestó que desde el primer momento se han dado todos los pasos "con luz y taquígrafos" y advirtió que el contenido de dicho artículo, tal y como está redactado, fue iniciativa suya.

"Como presidente de Castilla-La Mancha, y con cierta experiencia en esta región, pedí a la vicepresidenta segunda, consejera de Economía y Hacienda, que procediera a esa homologación porque quiero que en Castilla-La Mancha se equiparen los sueldos a los del resto de Comunidades Autónomas", explicó.

A este respecto, aseguró que en la Administración autonómica ha habido problemas para contratar a hombres y mujeres muy válidos, empleados en otras actividades, que no han aceptado nombramientos públicos porque esa responsabilidad conllevaba una notable pérdida de poder adquisitivo.

Barreda reiteró que muchos políticos "viven por y para Castilla-La Mancha". Como ejemplo mencionó los casos del presidente de las Cortes, Francisco Pardo, que perdió poder adquisitivo tras dejar su puesto como secretario de Estado de Defensa.

Mencionó así mismo al vicepresidente primero del Gobierno, Fernando Lamata, que vivió una situación similar al dejar sus responsabilidades en el Ministerio de Sanidad y Consumo o la consejera de Cultura, María Soledad Herrero, cuando dejó su acta de diputada en las Cortes Generales o el consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, que dejó su responsabilidad en el Ministerio de Defensa para volver a trabajar en Castilla-La Mancha.