Según dijo Barkos a Servimedia, la aproximación de presos al País Vasco no es una reclamación "coyuntural" ligada al cese de las acciones violentas por parte de ETA, sino que es una "cuestión de derecho".

El alejamiento es, para la portavoz de NaBai, una "penalización" que se suma a los efectos de la política de dispersión de presos etarras que se ha puesto en práctica desde los distintos gobiernos centrales desde hace años.

Este debate debería quedar al margen del proceso de paz y en ningún caso tendría que convertirse en "un obstáculo" para el mismo.

Barkos espera que la negativa del PSE sea puramente "coyuntural" y considera "lamentable" la posibilidad de que los socialistas hayan fijado su posición en esta materia con la intención de rebajar los duros ataques del PP.

"Si esta postura respondiera a una necesidad táctica del PSE" de minimizar el enfrentamiento con el PP, sería una decisión muy negativa de quien "tiene que liderar con valentía" este proceso de paz.