La presentación de los taxis fue en la plaza Sant Jaume de a cargo del concejal de Vía pública del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Torres.

Los automóviles, estilo furgoneta, tienen unas dimensiones interiores y unas rampas de acceso para minusválidos que permiten que sean usados por personas con sillas de ruedas, ancianos con dificultades de movilidad o viajeros que llevan un carga excesiva de maletas que no cabe en un taxi normal.

Los coches, de la marca Chrysler y modelo Voyager, han sido transformados para esa finalidad. Su gestión irá a cargo de Ciutat Groga, empresa participada por el colectivo del taxi y la administración municipal. Tienen las mismas características que los taxis normales y aplican sus mismas tarifas.

Los Taxi-Amic funcionan tras recibir una demanda a través del sistema de radioteléfono. Según Joan Torres, está previsto que se incorporen dos veículos más al servicio en el próximo mes de octubre, y que funcionen unos 200 de aquí a dos años.

Cada automóvil ha costado cuatro millones de pesestas, dos de los cuales han sido pagados por el taxista, uno por el Inserso y otro por la Fundación ONCE.