El presidente de ALA, Pablo Olmeda, y el gerente de la asociación, Julián Fernández, comunicaron la conformidad de las compañías al director de Barajas, José Manuel Hesse, puesto que, pese al incremento de los gastos que esta medida supone para las compañías, de unos 4.000 millones de pesetas anuales, "todos tenemos que hacer sacrificios para lograr un consenso que supone un incremento del táfico y, consecuentemente, más riqueza y empleo".

El departamento que dirige Rafael Arias Salgado presentó a los municipios afectados por el impacto acústico del aeródromo madrileño una alternativa, que se pondría en marcha el 25 de febrero, consistente en un giro hacia el oeste 12 millas más al norte que la ruta de despegue actual, lo que evita el vuelo de aviones sobre esta zona entre las 23,00 y las 7,00 horas.