La indisposición del sistema de aterrizaje, que duró entre las 7,15 y las 8 horas de la mañana, según informó hoy AENA en un comunicado, impidió utilizar una de las pistas en condiciones de escasa visibilidad por niebla.

Con el ILS operativo es posible aterrizar en la pista con una visibilidad de sólo 200 metros, pero al averiarse este sistema de ayuda, la pista 33 quedó inutilizada para una visibilidad inferior a 800 metros. Por otro lado, un fallo eléctrico dejó sin energía los mostradores de la terminal 1 (internacional) y los controles del Cuerpo Nacional de Policía. Las pantallas indicaban a las doce de la mañana que el sistema de información no funcionaba.

Según Iberia, este fallo eléctrico también afectó al ordenador que distribuye los aviones en las terminales, al sistema de facturación de equipajes y a las zonas de embarque.