Los responsables de la publicación trabajaron muy duro ayer para tenerlo a punto en los quioscos en un tiempo récord (incluso la fecha que figura en la cabecera es la del próximo lunes), y han aprovechado para incluir otros temas de últim hora, como el caso del mendigo psicópata o el paso del rally Paris-Dakar por España.

El editorial, titulado "El refrán del banquero", repasa algunos factores determinantes en la caida de Conde, tales como la excesiva personalización de su gestión, la heterodoxia de sus métodos y los recelos que despertaba tanto en medios financieros como políticos.

Fernando García-Romanillos relata en su columna "Carta del director", la entrevista que mantuvo durante media hora con el presidente de Banesto el paado día 16, en la que al parecer Conde se mostró confiado en su posición desahogada, a paesar de que el director de "Tribuna" le advirtió sobre posibles tramas contra él.

"Uno de los números del próximo espectáculo será el de los nuevos enemigos de Conde de toda la vida", señala García-Romanillos en el comienzo del artículo, "precisamente aquellos que se le arrimaron atraídos por su fina estampa y su abultada cartera".

La entrevista estaba motivada, según el director de la revista, por la necesidd de contrastar una serie de datos, como una conversación de Conde con Miquel Roca grabada por los espías del "Caso Godó", sus relaciones con Felipe González, la actitud de la Banca Morgan frente a la ampliación de capital de Banesto y el peligro que corría su posición en el banco.

LA FORTUNA DE CONDE

Fernando Vicente, especialista de investigación de "Tribuna" firma una columna titulada "Ocho sociedades ocultan en Suiza y España la fortuna privada de Conde", en la que valora el patrimonio personal el banquero en 30.000 millones de pesetas, de los que 14.000 millones son en acciones de Banesto.

Angel Gómez Ecorial, miembro del Consejo Editorial de la revista, en su columna "Los delirios de la jet-gestión", refleja el ambiente reinante en la planta noble de la sede central de Banesto el pasado día 28, cuando se produjo la intervención, y hace un rápido repaso el ascenso y caída de Conde en los últimos seis años.

Por último, Fernando Onega titula "Muerto el banquero, ¿nace el político?" su coaboración semanal, en la que define a Conde como "el representante máximo de la cultura del pelotazo" y refiere las tentaciones del PP para incorporarlo a sus filas y sus buenas relaciones con el sector guerrista del PSOE.

Durante algún tiempo se le atribuyó al presidente de Banesto la paternidad de un "tercer partido" que hasta ahora no había fraguado porque Conde estaba muy ocupado con la gestión del banco, y ahora, en opinión de Onega, no es un buen momento para que se dedique a la política, "porqu con su caida se hunde toda una filosofía".