Los expertos del banco consideran que la desviación superará en 400.000 millones de pesetas lo previsto por el Plan de Convergencia para1992, si el ajuste no incluye un aumento de la imposición directa e indirecta, un recorte del gasto público, la revisión en la demora de pagos e ingresos estatales, la reforma de los fondos de inversión y la desregulación de algunos servicios de la Administración.

El desfase presupuestario, explican, se debe al "débil pulso de la actividad económica", que ha motivado un menor ritmo de creación de empleo en el primer trimestre, unos 110.000 puestos menos que en igual periodo de 1991, y unos malos resulados de las empresas, que dan lugar a peticiones de demora en el pago de tributos y a una menor recaudación del Estado.

Entre las medidas aconsejables para corregir la situación de los ingresos estatales, según Banesto, figura un aumento de las retenciones del IRPF que, si alcanza el 8 por cien, permitiría recaudar en la segunda mitad del año entre 120.000 y 150.000 millones de pesetas más de lo previsto.

También considera recomendable un adelanto en la subida del tipo medio de IVA del 13 al 15 pr cien, medida prevista para el 1 de enero de 1993, lo que aportaría al Estado otros 175.000 millones de pesetas de ingresos adicionales, aunque con el riesgo de atizar la inflación.

Estas medidas, añaden los analistas de Banesto, deberían ir acompañadas de un "endurecimiento de las condiciones exigidas para solicitar demoras en el pago de los impuestos", a fin de que esta posibilidad no se emplee de forma abusiva por las empresas.

Respecto a la reducción del gasto público, el banco opina que es reciso recortar el presupuesto previsto en 1992, aunque afecte a algunas partidas de inversión, como las de infraestructuras, además de mantener cierto nivel de retrasos en los pagos comprometidos y desregular algunos servicios públicos como la sanidad.

Además, Banesto cree conveniente una reforma de la normativa sobre fondos de inversión, que disfrutan de importantes incentivos fiscales, para evitar que estos productos financieros puedan usarse en la práctica como cuentas corrientes con desgravación ributaria.

Con la aplicación de un paquete de medidas similar al apuntado, según la entidad, "cabe esperar que el déficit de caja del Estado tienda a proximarse al nivel fijado en el Programa de Convergencia (2,6 por cien)".

No obstante, advierten que la falta de información sobre el resto de las administraciones públicas -comunidades autónomas y ayuntamientos- no permite saber si el déficit público conjunto será a finales de año el 4 por cien del PIB previsto.

TIPOS SIN CAMBIOS

Las previsones de Banesto para otros indicadores de la economía tampoco son optimistas, ya que el banco prevé que los tipos de interés no se modificarán en 1992, y que sólo en los últimos tres meses del año comenzarán a verse las posibilidades de aplicar un moderado recorte en el precio del dinero.

Dentro de las medidas monetarias del Ejecutivo, la entidad prevé un aumento del 12,03 al 12,20 por cien en el tipo básico de las Letras del Tesoro a un año, con el fín de aumentar los recursos disponibles del Estadocorto plazo por la vía de un mayor endeudamiento.

Respecto a la inflación, el banco no encuentra razones para afirmar que se exista un proceso de inflexión, a pesar de no haber aumentado en mayo, y cree "poco probable que se cierre el año con una inflación por debajo del 6,25 por cien", incremento que será mayor si se introducen las modificaciones en el IVA antes mecionadas.