Atrás han quedado nueve meses de trabajo, en los que los comisionados escucharon los testimonios de un total e 44 personas relacionadas con la intervención e Banesto por parte del Banco de España.

El presidente de la comisión, el socialista Juan Muñoz, hizo un pormenorizado repaso del contenido del dictamen y abundó en las causas que propiciaron la gravecrisis del Español de Crédito y que, en su opinión, son imputables al equipo de gestores encabezado por Conde.

Mercedes Aroz, comisionada del PSOE, dijo que los hechos analizados por la comisión eran claros: Banesto estaba en la quiebra y tenía un quebranto de 600.000 millones de pesetas. A su juicio, no hubo retraso en la actuación del Banco de España en la intervención y ésta se produjo con total transparencia.

La parlamentaria atribuyó la crisis en la entidad a la mala gestión bancaria emprendda por el equipo de Conde y a la transgresión de la normativa contable. "Fue la mala gestión la que llevó a Banesto -el cuarto banco de España- a una situación de insolvencia", resaltó.

NUEVA ETICA

Aseguró que, tras el "caso Banesto", en la sociedad española ha aparecido una nueva sensibilidad y una nueva ética colectiva, frente a comportamientos como el del ex presidente de la institución bancaria. No obstante, insistió en que hay que situar los problemas en su justo valor y señaló que los fraudes conómicos no son exclusivos de España.

Fernando Fernández de Trocóniz, que subió a la tribuna sin papeles, dijo que a partir de ahora se ha acabado la "cultura del pelotazo", del dinero fácil y de la buena vida a base de vivir del cuento.

Señaló que su grupo no está absolutamente de acuerdo con el contenido del dictamen y que su duda se centra en si existían datos suficientes para conocer si la intervención de Banesto podría haberse producido antes.

Fernández de Trocóniz anunció que el PP prsentará tres proposiciones no de ley sobre la mejora de la actuación de los consejos de administración y acerca de la mayor supervisión el sistema financiero.

Ramón Espasa, de Izquierda Unida (IU), indicó que ha quedado claro que en nuestro país hay un sólo sistema: el democrático, encarnado por los representantes de la soberanía popular, que puede exigir responsabilidades a los que burlan la ley y se encumbran rápidamente en la fama. "Cualquier poderoso, si contraviene las reglas democráticas, al finl acaba pasando por este tribunal ético y político", remachó.

MANO INVISIBLE

Indicó que en el "caso Banesto" la mano visible del sistema democrático ha vencido a la mano invisible del mercado que tanto preconiza la derecha, lo que ha hecho posible evitar la práctica desaparición de la entidad precisamente por esas leyes que rigen el mercado.

Por su parte, el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre señaló que el dictamen será útil a las instituciones públicas y a la sociedad en general para evitar omportamientos como los protagonizados por el anterior equipo de gestores de Banesto.

Sánchez Llibre enjuició positivamente las medidas tomadas tras la intervención, porque contribuyeron a salvar los ahorros de los depositantes y a reflotar la entidad, mediante un plan de saneamiento eficaz.

Mala gestión, prácticas irregulares, ocultamiento de información, alta concentración de riesgo e incumplimiento de la legalidad fueron las principales causas que motivaron la crisis de Banesto, según enumeró l parlamentario de CiU.

Jon Zabalía, del PNV, quiso dejar claro que en la actualidad ya nadie duda, a excepción de Conde, de la justificada intervención de Banesto por parte del Banco de España, ya que su gestión dejó acumulado un desfase patrimonial de más de 600.000 millones de pesetas.

ORTODOXIA BANCARIA

"Eliminó consejeros incómodos", precisó, "cambió los estatutos del banco para concentrar el poder en el consejo de administración y, a partir de aquí, realizó una gestión ajena a toda ortodoia bancaria".

El caso Banesto, agregó, puede quedar como prototitpo del engaño y la ocultación en la gestión bancaria, tanto hacia los accionistas como hacia los depositantes, los trabajadores de la entidad y hacia la sociedad en general. Subrayó que hay que estar más vigilantes ante personajes como Conde y que el Parlamento ha cumplido con su obligación y que ahora le toca el turno a la justicia.

Xabier Albistur, del Grupo Mixto, destacó que el dictamen ha servido de advertencia a la Administracón sobre los "coqueteos" mantenidos con determinados poderes económicos y su abandono en la protección de los derechos e intereses de los más modestos.

Tras criticar a algún "plumilla ilustre" que ha cuestionado los trabajos de la comisión, Albistur reiteró que las actuaciones de Conde supusieron un daño grave a la sociedad y a una institución tan prestigiosa como Banesto, que estuvo al borde de la quiebra.

Luis Mardones, diputado de Coalición Canaria, se felicitó por las conclusiones de la comisón y puso de relieve que en una sociedad democrática el Parlamento tiene derecho no sólo a exigir responsabilidades en el ámbito de la Administración, sino a todos aquellos que atenten contra los derechos de los ciudadanos.