La cuestión de la falta de firma se ha convertido en uno de los temas centrales de la comparecencia de Rojo en el Congreso de los Diputados. El mismo señaló que, cuando comprobó que faltaba la firma de Emilio Botín, lo recibió como "un mazazo" y "se me cayó el mundo encima".

Sin embargo, el gobernador dijo que, a su juicio, no ha habido ninguna intencionalidad en esa falta de firm, pero no por ello dejó de comunicar este suceso a los medios de comunicación y a los dos presidentes de los bancos que ofertaron también por Banesto.

En este sentido, Luis Angel Rojo relató que, tras conocerse la ausencia de la firma el subgobernador del Banco de España, Miguel Martín, llamó por teléfono a Emilio Botín en presencia de un notario para solicitarle que acudiera al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), sin precisar la razón por la que se le requería.

Cuando Emilio Botín llegó al FGD se le comunicó que debía firmar la oferta, conversación que se mantuvo delante del notario, sin que se le dijera cuál era el precio de las restantes ofertas.

A pesar de todo, Rojo reconoció que cualquiera de los otros dos competidores, Argentaria o BBV, "tiene el derecho de ejercitar una impugnación" sobre la decisión de la subasta y "así se lo he comunicado a los dos presidentes, a los que he asegurado que si decidieran recurrir el Banco de España no adoptaría ninguna clase de hostilidad".

No ostante, Rojo aseguró que lo único que ha pedido a los dos presidentes que si van a recurrir lo hagan pronto.