Esta organización presentó una reclamación al banco emisor, ya que la Caja San Fernando de Sevilla cobró a un cliente los gastos de tramitación de la cancelación de una hipoteca, realizados por una empresa gestora ajena a dicha caja de ahorros. "El Banco de España, tras estudiar el escrito de ACUS, ha determinado que la Caja San Fernando de Sevilla quebrantó la normativa bancaria al cargar a su cliente unos servicios que no habían sido aceptados ni solicitados en firme por el interesado", según publica la revista Consumerismo.

La autoridad monetaria dejó claro que son los usuarios los que deben elegir quién les gestionará los trámites derivados de un préstamo hipotecario, por lo que Caja San Fernando tuvo que devolver el dinero cobrado a u cliente.