El próximo otoño entrará en vigor en el país una ley que prohibirá a las empresas obligar a los trabajadores a jubilarse antes de los 65 años. En virtud de esta legislación, las empresas tendrán que tener en cuenta las solicitudes de todos aquellos empleados que quieran permanecer en activo por encima de esa edad.

Según Jeremy Strother, director de personal de Nationwide, una política de jubilación flexible beneficia tanto a la empresa como a los trabajadores. Estudios realizados por el banco hipotecario concluyen que sus trabajadores más veteranos son los que más contribuyen a garantizar la satisfacción de sus clientes.

"Sabíamos que algunos de nuestros empleados preferían seguir trabajando por encima de la edad habitual de jubilación, por lo que hemos revisado nuestras políticas para darles la posibilidad de elegir a qué edad quieren jubilarse", indicó Strother.

Nationwide tiene una plantilla de 16.000 personas en el Reino Unido y un 12% de sus trabajadores son mayores de 50 años. La empresa está considerada como una de las que mejores condiciones ofrece a sus empleados, según una reciente encuesta.

El sindicato TUC ha acogido esta noticia con satisfacción y espera que otras empresas adopten medidas que permitan erradicar la discriminación laboral por razón de edad. Por su parte, la organización para la defensa de los derechos de los mayores Help the Aged considera también positiva la iniciativa.

"El envejecimiento de la población hace necesario que no exista una edad obligatoria para la jubilación y que se permita a los trabajadores la flexibilidad para elegir el momento en que desean abandonar la vida laboral", declaró Adrian Thomas, portavoz de esta organización.