En su último Boletín Económico, el supervisor explica que aunque los bancos y cajas españoles cuando comenzaron las turbulencias internacionales partían de una situación de elevada solidez patrimonial "se han visto afectadas por la paralización de los mercados internacionales en los que se financiaban".

La favorable estructura de vencimientos de su deuda y la ralentización de la actividad crediticia, que ha propiciado una desaceleración de la brecha de financiación, "han otorgado a las entidades un margen para ajustarse a la nueva situación".

El organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez apunta que en su adaptación han desarrollado "estrategias alternativas": captación de depósitos y emisiones a plazos más cortos. Así, estos "esfuerzos de adaptación han permitido a las entidades españolas hacer frente a sus necesidades de financiación durante el último año sin que se hayan producido tensiones importantes", apunta el Banco de España, aunque agrega que "subsisten elevadas incertidumbres".

En este sentido, subraya que el "agravamiento" de las tensiones en los mercados financieros desde mediados de septiembre ha intensificado aún más las dificultades para la emisión de valores.

Esta situación se ha visto compensada por con "medidas excepcionales" de apoyo al sistema financiero adoptadas por las autoridades económicas de los principales países desarrollados, y que en España supuso la creación de Fondo de Adquisición de Activos Financieros y la concesión de avales públicos a las emisiones de deuda.

Para el Banco de España, "se trata de un conjunto de actuaciones que contribuirán a facilitar la obtención de recursos y a atenuar los riesgos presentes".