EL BANCO DE ESPAÑA VE EN LA COMPETITIVIDAD Y EL ENDEUDAMIENTO FAMILIAR LOS PRINCIPALES RIESGOS DE LA ECONOMIA ESPAÑOLA
- Advierte de que una corrección del precio de la vivienda lastraría el consumo de las familias
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El Banco de España advierte de que la falta de competitividad de la economía y el encarecimiento de los pisos son los principales riesgos de la economía española, tras un periodo de "doce años de crecimiento ininterrumpido y comparativamente elevado" respecto a otros países de la UE.
Esta es la conclusión a la que llega el director del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, en un documento titulado "Una larga fase de expansión de la economía española".
En el análisis, Malo de Molina destaca que entre 1995 y 2005 el PIB "per cápita" español ha pasado del 79% al 90% de la UE- 15, y al 98% de la UE de 25 miembros. "Las perspectivas que ofrecen las previsiones disponibles apuntan a una continuación de la fase expansiva con el horizonte previsible a corto plazo, en torno a tasas de crecimiento ligeramente superiores al 3%", añade.
Sin embargo, "la maduración" del ciclo expansivo de la economía comporta la aparición de "algunos desequilibrios" que "se pueden agrupar en torno a dos grandes temas": por un lado, "el deterioro de la competitividad", y, por otro, "el endeudamiento de las familias y la sobrevaloración de la vivienda".
En cuanto a la vivienda, el Banco de España apunta que no es razonable pensar que "el endeudamiento de los hogares pueda seguir creciendo indefinidamente a las tasas medias a las que lo ha hecho en los últimos años", triplicando el aumento del PIB nominal.
"Existen suficientes indicios que apuntan a que una continuidad de este proceso acabaría conduciendo a la materialización de algunos de los riesgos que subyacen en la situación actual", como frenar el gasto de los hogares.
Mientras, "una progresiva desaceleración de los precios de la vivienda", que corrigiera "gradualmente" la "sobrevaloración detectada", sin llegar a hablar de "explosión de una burburja", no es un proceso que esté "exento de riesgos".
"Existen riesgos relevantes, cuya materialización comportaría repercusiones potencialmente severas sobre la economía y cuya probabilidad es, obviamente, mayor cuanto más se prolongue el período de intensas subidas", señala Malo de Molina.
MENOS GASTO FAMILIAR
"No se puede descartar que, si se produjera una corrección en el precio de la vivienda de cierta entidad, las decisiones de gasto de las familias españolas se resentirían en mayor medida de lo que lo han hecho en experiencias pasadas, particularmente si la corrección viene asociada a un incremento de cierta magnitud de los tipos de interés y a un deterioro de la generación de empleo", agrega el responsable del Servicio de Estudios del Banco de España.
Lo que no detecta es, sin embargo, problemas en el sistema financiero derivados de la morosidad en el pago de las hipotecas, ya que la "solidez financiera" de las entidades de crédito "reduce, a su vez, los riesgos de potenciales efectos negativos de segunda ronda sobre la actividad económica y actúa como un amortiguador de la propagación de las eventuales perturbaciones".
En cuanto a la competitividad, Malo de Molina incide en el sostenimiento de un diferencial de inflación superior a un punto entre la economía española y la de la zona euro, cuyos efectos ya se notan sobre la economía.
"Los riesgos para la competitividad de la economía han empezado a materializarse y a hacerse visibles en el comportamiento de los flujos de comercio y en la influencia crecientemente contractiva de la demanda exterior neta sobre la generación de valor añadido", sostiene el Banco de España, "que viene drenando más de un punto porcentual del PIB en los últimos años".
SOLUCIONES
Para Malo de Molina, la consolidación del crecimiento económico vivido por España en los últimos 12 años "requiere un reequilibrio del patrón de gasto interno que combine una cierta desaceleración del gasto de las familias en consumo e inversión residencial con un fortalecimiento de la inversión productiva".
El primer elemento "facilitaría la moderación del crecimiento del crédito y la absorción ordenada de la sobrevaloración de la vivienda".
Además, "es necesario que el crecimiento del empleo venga acompañado por un ritmo más vivo de crecimiento de la productividad y por una moderación de las alzas de precios y costes que permitan una recuperación de la competitividad".
"Sólo de esta manera será posible detener el deterioro del saldo exterior y reducir el fuerte efecto contractivo que la demanda exterior neta viene ejerciendo", opina el director del Servicio de Estudios del Banco de España.
En cuanto a los problemas derivados del alza del precio de los pisos, Malo de Molina admite los pocos instrumentos existentes, una vez que la política monetaria no está en manos españolas. Sin embargo, apunta la conveniencia de aplicar reformas estructurales en el mercado de la vivienda y utilizar los presupuestos "para compensar, en lo posible, la holgura de las condiciones monetarias".
(SERVIMEDIA)
17 Dic 2005
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