EL BANCO DE ESPAÑA RECONOCE QUE EL AUMENTO DEL EFECTIVO OBEDECE AL OCULTAMIENTO FISCAL
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El aumento del efectivo durante los últimos años a tasas muy superiores al conjunto de los activos líquidos en manos del público obedece al peso de la economía sumergida y a que,por ser el dinero un instrumento de pago fiscalmente opaco, facilita la ocultación de rentas.
Así se pone de manifiesto en un estudio sobre "El sistema de pagos español" publicado en el último Boletín Económico del Banco de España. El estudio muestra que los activos liquidos crecieron en los últimos cuatro años por debajo del 10 por ciento, mientras que el efectivo superó en alguna ocasión el 18 por cien.
Según el Banco de España, las principales razones del crecimiento del efectivo son "el imporante peso relativo de la economía sumergida y las secuelas del ocultamiento fiscal".
De acuerdo con esta interpretación, el ocultamiento a Hacienda habría aumentado desde el pasado verano, cuando el crecimiento del efectivo experimentó un acelerón que le ha llevado a cotas de crecimiento intermensual del 38 por cien el pasado mes de febrero.
Este creciente recurso al efectivo, contrario a las tendencias internacionales al uso de medios de pago alternativos al dinero, podría estar relacionado con a implantación del Número de Identificación Fiscal (NIF) y el consiguiente control de todas las cuentas bancarias.
También podría obedecer a la recomendación formulada este año por el Banco de España para que las entidades de crédito supriman los denominados "cheques de puño". La Asociación Española de Banca Privada (AEB) señaló, al conocer esta instrucción, que los titulares de los cheques probablemente elegirían pasarse al efectivo.
Por otra parte, el estudio recuerda que el efectivo comenzó a egistrar tasas anormalmente altas tras la entrada en vigor del IVA, ya que algunos sectores de la economía se refugiaron en el dinero contante para eludir la transparencia que implicaba el nuevo impuesto.
No obstante, el Banco de España considera que la innovación en los instrumentos de pago "tiene una fuerza considerable en España, como se pone de manifiesto por la implantación alcanzada por las tarjetas de crédito y debito, así como por las tarjetas de pago emitidas por entidades no financieras".
De acuerdo con algunas estimaciones, en las mayores cadenas de almacenes más de la mitad de la facturación se realiza mediante este tipo de tarjetas, y el uso de estos instrumentos de pago seguirá extendiéndose en los próximos años.
ATOMIZACION BANCARIA
De otro lado, el estudio pone de manifiesto la "acusada atomización" de la red de oficinas del sistema bancario español. España contaba en 1990 con 35.378 oficinas bancarias, 2.038 más que en 1987, con lo que el número de agencias por habitante pas de 1.167 a 1.114.
Entre los países más desarrollados del mundo, el número de habitantes por agencia es de 1.504, y sólo Alemania, Bélgica y Suiza presentan una densidad de oficinas por habitante superior a la española.
El fuerte crecimiento de las sucursales ha facilitado la extensión de la red de cajeros automáticos y terminales en puntos de venta que, según el Banco de España, "cabe situar entre las más tupidas del mundo".
A principios de enero de este año, había 11.099 cajeros automático (uno por cada 3.564 habitantes) y 3.564 terminales en puntos de venta (una por cada 163 personas).
(SERVIMEDIA)
20 Mar 1991
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