En declaraciones a los periodistas tras comparecer en la Comisión de Presupuestos del Senado, el gobernador reconoció que "por miedo de alguna forma a cómo funciona el mercado del alquiler", los propietarios no arriendan sus pisos.

Antes, durante su intervención en comisión ante los senadores, Fernández Ordóñez también indicó que "se debe mejorar la regulación del alquiler para hacerlo más flexible y rentable, de manera que se propicie la adquisición de viviendas con finalidad inversora, ayudando así a reducir el exceso de oferta".

Sobre la evolución del mercado inmobiliario, el ex secretario de Estado comentó que a partir del verano de 2007 "la demanda de viviendas se retrajo de forma drástica y sus precios, tras varios años de aumentos cada vez más moderados, empezaron a mostrar descensos en términos reales".

Indicó que "este brusco cambio de escenario provocó un recorte muy significativo en la iniciación de viviendas y llevó a numerosas empresas inmobiliarias a tener que reestructurarse, llegando algunas de ellas a entrar en situación concursal".