Pensiones

El Banco de España estima que por cada año que se incremente la edad de jubilación el gasto en pensiones se reducirá entre tres y cinco décimas en 2050

- Advierte de que “muchos hogares” tendrían que retrasar la edad de jubilación para generar un “efecto significativo” sobre el gasto en pensiones

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España ha estimado que por cada año de incremento de la edad efectiva de jubilación el gasto en pensiones en 2050 se reduciría entre tres y cinco décimas, según el porcentaje de altas que demoran su jubilación y la modalidad de incentivo elegida.

Así lo indicó el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, en la rueda de prensa de presentación del ‘Informe Anual 2023’ publicado este martes por el organismo.

Gavilán expresó que “por cada año de incremento de la edad efectiva de jubilación el gasto en pensiones en 2050 se reduciría entre dos y seis décimas”. Así, “muchos hogares tendrían que retrasar la edad de jubilación para tener un efecto significativo sobre el gasto en pensiones”.

“Incluso en escenarios donde las nuevas bonificaciones tienen un efecto notable a la hora de incrementar la edad efectiva de jubilación, la reducción del gasto sería relativamente limitada”, añade el informe. Además, “en el caso de ser necesaria la activación de la cláusula de salvaguarda, hacer descansar la financiación del sistema de pensiones exclusivamente en el incremento de las cotizaciones sociales podría ser perjudicial para el empleo y la competitividad de la economía española”.

El informe del Banco de España sugiere que es "necesario que un porcentaje muy notable de trabajadores decidan posponer su edad de jubilación para lograr una contención significativa del gasto en pensiones. En concreto, un retraso de un año en la edad de jubilación de todas las altas ordinarias proyectadas entre 2022 y 2050 estaría asociado a una reducción promedio de la ratio de gasto en pensiones y PIB de entre 0,3 y 0,5 puntos porcentuales en dicho período".

En cuanto al envejecimiento poblacional, el estudio recalca que “se intensificará en las próximas décadas y será más acusado que el de otros países de nuestro entorno”. Entre 2023 y 2053, la tasa de dependencia -la ratio entre los mayores de 66 años y el colectivo entre 16 y 66 años- en España aumentará en 27,2 puntos porcentuales hasta el 53,8%, mientras que el promedio de la Unión Europea el incremento de dicha tasa será de sólo 16,6 puntos porcentuales hasta el 45,8%”.

En ese sentido, Gavilán señaló que “a pesar de la intensidad de los flujos migratorios no pensamos que sean suficientes para hacer frente a los posibles desajustes que se puedan producir en el mercado de trabajo”. Destacó la “importancia” de dichos flujos para “mitigar el problema”. Sin embargo, defendió que los flujos migratorios “no pueden resolver el problema”, ya que “en 2023 dentro del colectivo de extranjeros alrededor del 80% no tenían título universitario”.

No obstante, de los españoles que emigraron en 2022 “el 60% tenían estudios universitarios”, por lo que apeló al “diseño de políticas migratorias que traten de corregir los desequilibrios”.

PRODUCTIVIDAD

Gavilán también puso el foco en el “escaso dinamismo de la productividad”. El informe sostiene que la contribución de la reasignación de la actividad entre sectores al crecimiento de la productividad total de los factores fue “ligeramente negativa en España entre 2013 y 2021. Por su parte, la evolución de la productividad dentro de cada sector sí contribuyó, durante este período, al avance de dicha variable en términos agregados, un fenómeno que también se observa en otros países de nuestro entorno”.

Así, el número de empresas de la economía española “ya ha recuperado el tejido productivo que tenía antes de la pandemia”, pero “la tasa de rotación empresarial ha caído”. “La tasa de rotación de empresas, definida como la suma de las altas y las bajas de empresas respecto al total de empresas activas, cayó en España desde el 18,2% en el promedio de 2016-2019 hasta el 16,2% en 2020-2021. En el caso de la Unión Europea, la tasa de rotación aumentó desde el 17,3% hasta el 18,1% en el mismo período”.

El estudio pone de manifiesto que en España “el crecimiento de la productividad de las empresas que entraron entre 2014 y 2016 fue, al cabo de cinco años, en torno a 22 puntos porcentuales más elevado que el de las empresas existentes, de manera que, a partir de ese ejercicio, su productividad ya era más elevada que la de sus competidoras”. Gavilán afirmó que en la economía española “la rotación de las empresas contribuye al aumento de la productividad”, por lo que “es importante favorecer la rotación en las empresas”. Con ello, apostó por “revisar la cantidad y la calidad de la regulación que se está aprobando”, ya que “está aumentando la cantidad y reduciendo la calidad”.

TRABAS AL CRECIMIENTO

El director general de Economía y Estadística del Banco de España resaltó que la oferta pública universitaria presencial “quizás no se esté ajustando con la suficiente agilidad a los retos de la transición ecológica, digital y a las necesidades de las empresas”. “De ser persistentes, estos ajustes podrían limitar la capacidad de crecimiento de la economía española y la igualdad de oportunidades”, añadió.

Respecto a la igualdad de oportunidades, el Banco de España realiza la medición que existe entre el nivel de educación de padres e hijos. “De forma robusta y clara se observa una reducción en la correlación”, lo que significa que “la igualdad de oportunidades aumenta”. No obstante, “a pesar de esta reducción secular se mantiene una heterogeneidad importante entre provincias y municipios”, reflejó Gavilán.

(SERVIMEDIA)
30 Abr 2024
ECJ/clc