Si el dato, como se prev, es positivo, y supone una reducción de la inflación interanual, las presiones sobre la autoridad monetaria se recrudecerán, máxime cuando los agentes económicos, el gobierno, los bancos y los restantes agentes económicos están lanzando mensajes en esta dirección.

A pesar de ello, analistas como FG, y algunos prestigiosas entidades extranjeras, siguen pensando que el Banco de España no reducirá sus tipos de interés.

Para justificar esta idea se señala que la economía sigue estando pujante, con ua buena estructura en la demanda interna, en la que la inversión sigue siendo el motor, con un consumo deprimido.

Además, estos analistas han buceado en las claves que encierra el último informe trimestral del Banco de España sobre la situación económica, en el que se observa que la autoridad monetaria no descarta que el crecimiento de las economías industrializadas experimente un nuevo impulso a comienzos del próximo año, lo que reduciría las posibilidades de nuevas reducciones de los tipos de interé.

EN cualquier caso,, la inflación subyacente continua cerca del 5% y el Banco de España aspira a transmitir una imagen de guardián estricto de la estabilidad de precios.