Así lo advirtió hoy el director general del servicio de estudios del organismo supervisor, José Luis Malo de Molina, durante la presentación de los datos de las empresas no financieras elaborados por la Central de Balances del Banco de España, en la que aseguró que el actual modelo de crecimiento "no sirve para soportar los retos de competitividad" al ser demasiado intensivo en creación de empleo en detrimento de la productividad.

En esta ínea, criticó el "retraso" en la inversión en bienes de equipo. "Si se mantiene la atonía en inversión de bienes de equipo se puede dificultar la sostenibilidad del crecimiento económico español, ya que es un componente fundamental para aumentar la productividad y garantizar el dinamismo tecnológico. Necesitamos un modelo más equilibrado", resaltó.

Para el Banco de España, la solución pasa por "compatibilizar la creación de empleo, quizás con menos intensidad que hasta ahora, con una mejora de la prodctividad", para lo cual es necesario, según Malo de Molina, flexibilizar el mercado laboral, acometer reformas estructurales, invertir en I+D+i y aumentar la especialización en industrias de tecnología de gama media y alta.

"La sostenibilidad de nuestro modelo va a requerir incrementos de la productividad mucho más dinámicos que hasta ahora", añadió el director general del servicio de estudios del organismo supervisor.

INFLACION

Además, alertó de los riesgos que supondría un aumento del diferenial de inflación de la economía española respecto a la media de la zona euro para la competitividad de las empresas nacionales en el exterior. En este sentido, manifestó la necesidad de aumentar la convergencia de precios con los países que tienen la moneda única.

En cuanto al precio del dinero, Malo de Molina explicó que los tipos de interés "no van a contribuir permanentemente a los resultados positivos de las empresas" y advirtió a la compañías españolas que un aumento de los mismos por parte del Bnco Central Europeo (BCE) reducirá su rentabilidad por el incremento de los costes financieros

Para concluir, aseguró que las empresas españolas están moderando su nivel de endudamiento, si bien alertó sobre la posibilidad de que un incremento del pasivo de las compañías pueda repercutir en un descenso de su capacidad para invertir.