EL BANCO DE ESPAÑA AFIRMA QUE DOS DE CADA TRES EMPRESAS NO PAGAN DIVIDENDOS A SUS ACCIONISTAS
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Dos tercios de las empresas que obtienen beneficios no pagan dividendos a sus accionistas, según un nforme que publica el último número del Boletín Económico del Banco de España, correspondiente al mes de febrero.
El informe afirma que las empresas españolas práctican una "marcada austeridad en el reparto de dividendos", especialmente acusada en en las firmas pequeñas y en las que no cotizan en Bolsa, que están menos presionadas por sus accionistas.
Este comportamiento empresarial se ha ido acentuado en el periodo analizado por el Banco de España, el comprendido entre 1983 y 1991, al pasar del 1 al 67,6 por cien las empresas que no distribuyeron beneficios.
Esta política es muy habitual en las empresas "de particulares", es decir aquellas en que el accionariado está muy disperso. En 1991, sólo el 29,7 por ciento pagaron dividendos a sus accionistas.
Ese año, la decisión de no repartir beneficios fue adoptada por el 61,2 por ciento de las empresas públicas, el 41,2 por cien de las bancarias y el 55,5 por cien de las que son propiedad del capital extranjero.
La política de repartir ividendos sólo es práctica habitual entre las compañías que cotizan en Bolsa, ya que así lo hace un 74,2 por ciento de ellas, en tanto que entre las que no han salido al mercado de valores sólo un 31 por cien entrega beneficios.
El Banco de España concluye que "las firmas más frugales en el reparto de dividendos son las de participación pública mayoritaria o en las que los particulares mantienen posiciones importantes". Asimismo, sus tasas de incrementos de beneficios son mayores.
DOS VENTAJAS
as empresas que no reparten beneficios obtienen la doble ventaja de un mayor grado de autofinanciación, lo que abarata sus costes, al no tener que solicitar créditos, y de pagar menos en el Impuesto de Sociedades.
A este respecto, el informe de la autoridad monetaria pone de manifiesto que, entre 1983 y 1991, las empresas que no repartieron beneficios dedicaron un 14,5 por ciento de sus resultados al Impuesto de Sociedades, mientras que las demás tuvieron que asignar un 22 por cien.
Para el Bancode España, existe "un comportamiento bastante coherente en el empresariado español", ya que las compañías más austeras en su política de dividendos "son más ortodoxas en su política financiera, propendiendo a sobreautofinanciar sus procesos de formación de capital fijo".
"Además, su apelación a la financiación de los accionistas es, por lo general, mayor que la de las que reparten dividendos y, por tanto, su política de endeudamiento externo es más prudente".
No obstante, las firmas que abonan diidendos "práctica una política de dotaciones más estricta", por lo que su mayor generosidad con los accionistas "no repercute negativamente en el mantenimiento del valor de los recursos propios".
(SERVIMEDIA)
18 Mar 1993
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