Olivas, que intervino en Santander en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), dijo que la caja que preside "no tendría ningún problema" en abordar una fusión con otra entidad de otra comunidad.

Preguntado sobre si sería partidario de una fusión entre Bancaja y Caja Mediterráneo, Olivas dijo que sería más efectiva una integración con una entidad de distinta región, puesto que podría haber duplicidades y concentración de riesgos de clientes.

Olivas se mostró convencido de que el Ejecutivo valenciano no impondría un veto a su fusión con otra entidad, siempre y cuando redundase en una mejora de su eficiencia. En este sentido, dijo que no pediría un cambio en la legislación pero sí que fuera "más flexible" para aceptar fusiones.

Preguntado sobre si Bancaja tiene pensado acudir a las ayudas del nuevo fondo de reestructuración del sector, Olivas sentenció que "no contemplamos pedir ayudas del fondo", puesto que la solvencia es alta y es un 50% más alta de lo que exige el Banco de España.

No obstante, reconoció que las cuentas de resultados de este semestre marcarán la pauta de quién tendrá que acudir a estas ayudas. Las cuentas de resultados se irán "tensionando" pero "no dramatizaría en exceso", aseveró.

CUOTAS PARTICIPATIVAS

Sobre las cuotas participativas, el presidente de Bancaja pidió una reflexión sobre este instrumento. "El tema de las cuotas hay que reformularlo entero", insistió.

Olivas se mostró partidario de que el Gobierno conceda derechos políticos a las cuotas participativas emitidas por las entidades que tengan que acudir al nuevo fondo de ayuda.

Según el presidente de la caja, es "evidente" que actualmente es más atractivo adquirir acciones de un banco que cuotas de una caja porque no hay derechos políticos. "Es un tema que hay que estudiar más", finalizó Olivas.