LA BANCA PRIVADA REDUCE OFICINAS POR PRIMERA VEZ EN TRES AÑOS

MADRID
SERVIMEDIA

La banca privada frenó en el tercer trimestre de 1992 la expansión de su red de sucursales, que venía creciendo sin interrupción desde 1989, según los datos facilitados en el último Boletín Estadístico del Banco de España.

El total de oficinas de la banca privada se situó a finales de setiembre en 18.117, cinco menos que en el trimestre anterior, lo que supone una disminución muy ligera pero que no tiene prcedentes desde el 89.

La reducción afectó exclusivamente a la banca comercial, que pasó de 16.867 a 16.862 oficinas, mientras que la industrial mantuvo abiertas las 1.255 que estaban en funcionamiento a finales de junio.

Por contra, las cajas de ahorros siguieron incrementando su red de oficinas en el tercer trimestre del 92, hasta alcanzar las 14.181. No obstante, su expansión en los nueve primeros meses fue inferior a la de la banca, 150 oficinas frente a 293.

A lo largo del año, también amentaron su red de oficinas las cooperativas de crédito, que disponen ahora de 3.098, mientras que se mantuvieron prácticamente estables las del crédito oficial, una vez terminado el trasvase de parte sus entidades a Argentaria.

En total, el sistema crediticio tenía en el tercer trimestre del año pasado 35.522 oficinas, 499 más que al comenzar el año, sin incluir las 175 agencias abiertas en el extranjero ni las 198 oficinas de representación fuera de España.

Las provincias con más oficinas de enidades de crédito son Barcelona (4.743), Madrid (3.481), Valencia (2.024), Alicante (1.377) y Sevilla (1.044). Las que menos tienen son Avila, Segovia, Teruel y Cuenca.

CIERRE DE SUCURSALES

Por otra parte, los planes de reestructuración de plantillas derivados de los procesos de fusión parecen augurar reducciones más significativas de oficinas para 1993.

Sólo el Banco Central Hispano ha anunciado que entre 1993 y 1994 cerrará más de 700 sucursales de la entidad, con lo que se quedará en 2.800. Además, la puesta en marcha del mercado financiero único, que desde el pasado 1 de enero permite a las entidades financieras extranjeras actuar en España sin abrir oficinas, supondrá también un desincentivo a la apertura de nuevas agencias.

No obstante, las entidades financieras españolas, especialmente las dedicadas a la banca comercial, consideran vital contar con sucursales próximas a sus clientes, ya que todas las encuestas realizadas al respecto indican que ese es un factor primordial a la hoa de elegir banco.

El problema, según ha advertido reiteradamente el Banco de España, reside en que hay demasiadas oficinas por habitante, lo que aumenta los costes de transformación de las entidades financieras.

(SERVIMEDIA)
06 Ene 1993
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