Bastida hizo esta afirmación en una conferencia sobre la reestructuración bancaria, pronunciada en la Escuela Superior Técnica de Emresariales (ESTE) de la capital donostiarra.

A su juicio, dado que la banca realiza funciones de interés público, la quiebra no es normalmente el mecanismo sobre el que recae la depuración de ese exceso de capacidad.

El director general del BBV defendió las fusiones y adquisiciones como el tratamiento más adecuado para esa "cura de adelgazamiento", que debe lograr un nuevo equilibrio entre la oferta y la demanda en el negocio bancario, garantizando así la supervivencia de las entidades mejor gestonadas.

En opinión de Luis Bastida, las fusiones y adquisiciones tienen éxito en España, entre otras razones, por el reducido tamaño de los grandes bancos del país.

En su opinión, la dimensión no perjudica la competitividad, pero con dimensión y buenos gestores se pueden explotar mejor las oportunidades que ésta ofrece en los mercados internacionales y el prestigio y confianza de los depositantes.

Por este motivo, agregó el directivo del BBV, aunque el sector financiero sufra una "cura de adlgazamiento", las entidades del futuro serán seguramente mayores que las actuales.

Luis Bastida, que fue uno de los protagonistas de la fusión entre el Banco de Bilbao y el Banco de Vizcaya, que dio origen al BBV, aportó algunos consejos sobre el modo de enfrentarse con éxito a un proceso de este tipo.

"Es de capital importancia", dijo, "que la cúpula directiva proyecte un liderazgo fuerte y sin fisuras, que actúe continuamente como foco de irradiación de los nuevos valores culturales".

Agreó que el éxito de una fusión está estrechamente relacionado con el control de costes y que es necesario aprovechar la encrucijada vital de la integración, pues en esa fase es donde se crea la mayor parte del valor añadido por la fusión.