Con la instalación y puesta en marcha de este radar, situado en una zona militar cercana al Cap Blanc, en el término municipal de Llucmajor, en Mallorca, se completa el despliegue de la red de radares del INM, formada por 15 sistemas (incluido este nuevo) distribuidos por toda la geografía española y que cubren todo el territorio nacional, según informó el Ministerio de Medio Ambiente.

Desde el punto de vista de la meteorología, esta nueva instalación de Mallorca va a suponer, según el Ministerio, "un hito fundamental" para Baleares, ya que la isla de Mallorca ofrece un punto de observación singular en Europa para vigilar y caracterizar los fenómenos que tienen lugar en la cuenca del Mediterráneo Occidental, como son los sistemas convectivos mesoescalares que aportan lluvias e importantes consecuencias en el desarrollo de las borrascas en esta área.

Situaciones como la vivida el 4 de octubre pasado en Palma de Mallorca, cuando un sistema convectivo de mesoescala (SCM) afectó a la ciudad, produciendo vientos muy fuertes que perturbaron el desarrollo de las actividades ciudadanas, podrán ser más adecuadamente vigiladas.

Las características mejoradas de los nuevos radares del INM, tanto por su resolución horizontal (de un kilómetro) como por la posibilidad de analizar tridimensionalmente las estructuras de precipitación asociadas a las tormentas, permitirán dar avisos más precisos espacialmente y oportunos en el tiempo, lo que redundará en una mayor seguridad para las personas y los bienes.