Después de indicar el pasado lunes en Bilbao que algún día habrá que decir "hasta aquí hemos llegado", Aznar aprovechó hoy su presencia en la ciudad Condal para lanzar el mensaje de la necesidad de ese tercer gran pacto.

Este acuerdo giraría en torno a la cesión de comptencias que la Constitución atribuye al Estado, pero que en los 15 años de democracia han demostrado que pueden ser "mejor gestionadas y ejecutadas" por las administraciones regionales.

El pacto también incluiría un concepto de corresponsabilidad fiscal en el que los ciudadanos sepan qué es lo que se hace con su dinero para que las comunidades autónomas se responsabilizan de los ingresos presupuestarios y no sólo de los gastos, como ha sucedido hasta ahora. Un tercer punto sería el respeto a la singulridad política y cultural "hecho diferencial o como se le quiera llamar".

Ante unas cinco mil personas en el Palau blaugrana de Barcelona, Aznar comenzó y terminó su discurso en catalán y articuló sus críticas a CiU y a Jordi Pujol, sobre la base de un texto de Cambó: "España no es fruto de la improvisación, España es una sustancia".

"Cuando escuchéis a alguien deciros que el PP tiene alguna reserva en relación con Cataluña, con su cultura, decidle que miente y si aún así insiste, decirle otra ve que miente y tenderle la mano para que venga con nosotros", dijo.

"ESA ES MI BANDERA"

El presidente del PP criticó la afirmación de Pujol de que un catalán no entra en en el concepto habitual que se tiene de un español: "¿Puede decir eso seriamente alguién que tenga ánimo de convivencia y tolerancia?", se preguntó, y mientras señalaba la parte trasera del escenario en el que figuraban las banderas de España, Europa y Cataluña, dijo "esa es mi bandera (la española) y esa (por la señera), también". Aznar se refirió también a las críticas de "españolista" que ha recibido Ricardo García Damborenea por su apoyo público al PP y dijo que es "sencillamente ridículo".

En su tono habitual, manifestó que la campaña de los socialistas está siendo "errática" y deja traslucir que su única obsesión es conservar el poder. Pero cuando en esa campaña los socialistas han dejado de mirar al pasado, "eso ya no es una campaña errática, es una campaña vergonzosa".

El que quiera que España siga anclada en el aro y la corrupción, que vote socialista; pero el que quiera apostar por un futuro mejor, por la conviviencia, la libertad, el trabajo y el empleo, por la decencia por la honradez, tiene su casa aquí", afirmó el presidente popular en medio de una atronadora ovación.

EN CATALAN

En el mitin también estuvieron el ex presidente de la República Francesa, y líder de la UDF, Valery Giscard d'Destaing, y el cabeza de lista del PP al Parlamento Europeo, Abel Matutes. Giscard d'Destaing vio cortado su discurs en catalán por los aplausos y aseguró que había al mitin a apoyar a su amigo Matutes.

Por su parte, Matutes empezó a hablar en catalán recordando el tiempo que pasó en Barcelona, "los mejores años de mi vida", cuando era jugador del club de fútbol Español.

Aseguró que lo que España se juega en estas elecciones es lo que va a pasar con nuestros productos, con nuestro empleo. "Basta ya de arrancar viñedos", dijo. A su juicio, España ha defendido mal sus intereses en la UE como nación.

El políico popular tuvo palabras de elogio para el chófer de TVE, Florián Lozano, que esta madrugada pereció en accidente de tráfico por carreteras andaluzas, cuando estaba cubriendo la campaña electoral.

INCIDENTE CON TVE

A pesar del aplauso del público a estas palabras, cuando estaba en el uso de la palabra Aznar se prudujo un incidente con un equipo del circuito catalán de TVE.

Cuando un periodista de este equipo estaba relatando las críticas anteriores de Alex Vidal Cuadras a CiU, varios asistente que estaban cercanos a él comenzaron a increparle porque interpretaron que se refería a que Aznar estaba haciendo críticas al partido nacionalista.

Parte del público, empezó a llamar a gritos "mentiroso" al informador y le impidieron continuar con su trabajo. Para evitar que los insultos degeneraran en violencia física, los servicios de prensa del PP custodiaron al periodista hasta fuera del Palau.