Esta clara contraposición entre dos modelos de conflicto territorial, el quebequés y el vasco, marcó la primera jornada de la visita oficial de dos días de duración a Canadá, en la que también se pudo oir al propio anfitrión, el primer ministro Jean Chrétien, cortar los intents de hacerle aparecer como consejero de Aznar en la materia.

A la pregunta de un periodista, Chrétien señaló que él no es quién para dar consejos a España en un asunto "interno" como es el conflicto vasco.

Horas después, ya en la cena oficial, el primer ministro de Canadá tuvo oportunidad de expresar su total apoyo a España para acabar con el "terrorismo indignante" que padece y desear suerte al Ejecutivo de Aznar, "por el bien de todos" los que creen en la democracia.

El mandatario español,por su parte, no dijo nada diferente de lo que viene defendiendo en materia antiterrorista desde el fin de la tregua etarra, pero sí volvió a dejar claro su interés en transmitir su mensaje en un país que está dirimiendo su problema nacional por vías pacíficas.

Según Aznar, "con el terror no hay diálogo posible, no hay negociación posible, no hay transacción posible. El terror tiene que ser derrotado, y será derrotado, porque las fuerzas de la democracia le derrotarán y le ganarán".

RELACIONES CANAD-ESPAÑA

Ambos dirigentes se esforzaron en dar la sensación de que las trayectorias de Canadá y España son similares, porque tienen un mismo Producto Interior Bruto (PIB), en torno a 600.000 millones de dólares anuales, y ocupan, respectivamente, la primera y la segunda plaza en el ránking de la OCDE sobre las economías más abiertas del mundo.

Aznar agradeció a Chrétien su apoyo para que España sea miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y para que, finalmente, la cumbre el G-8, al que España aspira a incorporarse, coincida con la Presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2002. Además, ambos gobiernos comparten posiciones parecidas en su rechazo a las minas anti-persona y en la necesidad de que todos los Estados de la ONU rubriquen el estatuto del Tribunal Penal Internacional.

Por otro lado, tanto Aznar como Chrétien han querido dar la impresión de que la llamada "guerra del fletán", acaecida en 1995, ya es historia y de que las "excelentes relaciones" pesiden cualquier contacto.

De aquel conflicto, desatado por el apresamiento del congelador de altura "Stay" en aguas canadienses, sólo queda un litigio abierto en los tribunales de este país entre las autoridades y el armador del buque. El pasado jueves, el Ministerio de Asuntos Exteriores español hizo público un comunicado en el que constata "los avances que han tenido lugar en las relaciones pesqueras en los últimos años".

Aznar, que viaja acompañado por el ministro Portavoz, Pío Cabanillas, y or el secretario de Estado de Política Exterior, Miquel Nadal, tiene previsto desayunar hoy con empresarios españoles y canadienses y posteriormente visitará la sede de la Agencia Espacial Canadiense, a las 16,00 hora española.

En el desayuno participarán, por parte española, empresarios como el consejero delegado de Air Nostrum, Carlos Bertomeu; el director de Banca Comercial Internacional de Banco Popular, Angel Rivera, y altos ejecutivos de Ferrovial y Dragados.

Por parte canadiense, estarán Lurent Beaudoin, director del consejo de administración de Bombardier, o Greg Munford, presidente de Optical Networks, de Nortel Networks. A través de la compra de diversas firmas europeas, Bombardier se ha quedado con el 50% de la contrata de suministro de material para el AVE Madrid-Barcelona. Por su parte, Nortel Networks acaba de instalar una planta de I+D en Barcelona, con una plantilla cercana a los 300 operarios.

España, a su vez, está interesada en el corredor ferroviario de alta velocidad que os canadienses van a construir entre Toronto y Montreal. Además, en la visita a la Agencia Espacial Canadiense, Aznar estará acompañado de una nutrida representación de firmas nacionales dedicadas al sector aeroespacial: Alcatel Espacio, Casa, Insa, Indra, Hispasat, Sener y GMV.