Durante una rueda de prensa en La Moncloa junto al primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, Aznar fue preguntado por la petición del primer ministro palestino, Abu Mazen, de que se levante la incomunicación de Arafat como condición para proseguir el diálogo con los israelíes.

Aznar explicó que, no sólo no tendría inconvniente en apoyar esta petición, sino que supondría un gesto que permitiría superar la "incomunicación de personas que tienen una autoridad reconocida dentro del campo de la Autoridad Nacional Palestina".

Por otro lado, Aznar dijo que todavía es pronto para hablar de cómo se debe juzgar a los jerarcas del antiguo régimen iraquí, aunque adelantó que ya se van sabiendo las cifras del horror, entre otras la desaparición de 300.000 personas durante el mandato de Sadam Husein.

"Toda una relación de lo ue era una dictadura, un régimen de poder personal absolutamente sanguinario es algo que los ciudadanos de todo el mundo van a conocer con detalle. Estamos solamente en el comienzo de lo que va a ser el conocimiento por parte del mundo de lo que era uno de los regímenes más terroríficos, más terribles, vivido por un pueblo", añadió.

El jefe del Ejecutivo no quiso decir si cree que los antiguos jerarcas iraquíes deben ser juzgados por EEUU o por un tribunal especial como el que juzga los crímenes de gurra en la antigua Yugoslavia.

Respecto al futuro de Iraq, tanto Koizumi como Aznar han dicho que el futuro de Iraq es de los iraquíes y que el gobierno deben elegirlo ellos. Ese Ejecutivo debe ser "plural" para garantizar la gran diversidad étnica y religiosa del país.

"Iraq es de los iraquíes, tiene que ser gobernado por los iraquíes e Iraq será democráticamente gobernado por quien decidan los iraquíes. Esa es nuestra aspiración y son nuestros deseos", insistió. "Hay que reconstruir el Estado irquí, que no existía porque lo que había era un régimen estrictamente personal", añadió.

Y la reconstrucción no deriva sólo del conflicto vivido, porque "hay que explicar por qué una parte importante de la población de un país, que podía ser uno de los más prósperos y ricos del mundo, no tiene acceso a agua potable. Eso no es como consecuencia de un conflicto", manifestó.

El papel de la ONU es "vital" en ese terreno, prosiguió, "y se irá definiendo en función de que el Consejo de Seguridad de la OU vaya tomando decisiones".