"Hay confianza", añadió, "y existe un horizonte de colaboración. Entendemos que, en líneas generales, las cosas en España marchan bien y van a ir duraderamente bien, entre otras cosas gracias a la estabilidad política y parlamentaria que los grupos políticos dan a la acción del Gobierno".

Aznar admitió queen algunos puntos como el decreto ley de televisión digital pueden existir discrepancias entre el Gobierno y CiU, sobre todo a la hora de su tramitación parlamentaria, pero insistió en que las cuestiones de procedimiento no son importantes.

"Al Gobierno le importa que se avance en el camino de la liberalización, de la competencia y de la libertad para todos, también en el terreno de las telecomunicaciones", indicó Aznar, que no quiso adelantar cuál será la posición que finalmente adopte el PP respectoa la trámite parlamentario del decreto ley.

El presidente del Ejecutivo resumió con las siguientes frases el contenido de su reunión con Pujol: "No nos hemos jurado en ningún caso amor eterno. Tenemos unos compromisos políticos y esos compromisos politicos los cumplimos en un ambiente de confianza".

En rueda de prensa en el Congreso, Aznar se refirió igualmente a la valoración positiva que tanto él como Pujol hicieron de la marcha de la economía española y se mostró convencido de que se cumpliránlos criterios de convergencia necesarios para participar desde el primer momento en la moneda única.

MOVER LA BARCA

Sin embargo, advirtió que en ese proceso "pueden producirse intentos de mover la barca o de desestabilizar la economía de algún país, como ha sucedido algo una semana". "Pero más me preocupa", agregó, "que esas actitudes que sirven a intereses contrarios a los de España puedan tener algún eco en nuestro país".

Aznar se mostró irónico al afirmar que, aun a riesgo da "dar un disgust a alguno", tiene la impresión de que los datos económicos que próximamente se avecinan serán muy positivos para la economía española.

Preguntado si el fútbol y la televisión han contribuido a crispar la vida política, contestó que, a su modo de ver, "no hay más crispación que la que algunos se inventan. Yo veo al país muy tranquilo y sabiendo muy bien lo que quiere".

"Puede ser", continuó, "que haya alguien interesado en alimentar cierta sensación de alarmismo para cumplir algunos objetivos que o se cómo calificar en este momento, pero no tengo la menor duda de que ni la sociedad española comprende esos objetivos, ni de que esos objetivos tendrán amparo por parte de los ciudadanos".