Aznar comunicó igualmente al líder palestino que el Gobierno español continuará manteniendo una "sólida posición" a favor de que se desbloquee la situación en la zona y de que se cumplan los acuerdos para garantizar de proceso de paz en Oriente Medio.

El jefe del Ejecutivo almorzó hoy en La Moncloa con Arafat y al término del encuentro ambos dirigentes ofrecieron una rueda de prensa en la que destacaron el buen clima quepreside las relaciones entre España y el pueblo palestino.

Aznar, que calificó de "satisfactorio" el encuentro, hizo hincapié en la necesidad de buscar un acuerdo entre las partes porque cualquier "descarrilamiento del proceso de paz afectaría no sólo a la situación de israelíes y palestinos, sino que tendría un efecto de extensión claramente indeseable para las perspectivas de evolución y de paz en la zona".

Tras subrayar que la visita de Arafat se enmarca en el quinto aniversario de la Conferenia de Madrid, que significó el punto de arranque para el proceso de paz entre palestinos e israelíes, Aznar insistió en que España mantendrá en el seno de la Unión Europea una actitud firme en favor de la consecución de la paz.

MEDIADOR EUROPEO

En este sentido, recordó la buena acogida que ha tenido tanto en Israel como en Palestina el nombramiento del embajador español José Luis Moratinos como enviado especial de la UE para Oriente Medio, decisión que, a su juicio, refleja el reconocimiento de la ación diplomática española.

Por otro lado, Aznar anunció que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha aceptado una invitación que le formuló para visitar España el próximo 3 de diciembre.

Por su parte, Arafat, que compareció ante los periodistas vestido con uniforme militr y tocado con la tradicinal 'keifa' puso de relieve que España siempre ha estado del lado del pueblo palestino en las situaciones más difíciles y que ahora necesita de ese apoyo más que nunca para hacer frente al bloqueoal cierre de los territorios.

En su opinión, el proceso de paz atraviesa por una serie de graves dificultades como consecuencia del incumplimiento de unos acuerdos que no afectaban únicamente a israelíes y palestinos, porque fueron suscritos bajo la supervisión del presidente de Estados Unidos y con la firma de otros líderes internacionales como Hussein de Jordania; Hosni Mubarak, presidente de Egipto, y Felipe González, entonces presidente de la UE.

Arafat quiso dejar claro que su país apuesta laramente por la paz y que está dispuesto a aceptar el arbitraje de Estados Unidos, Rusia o Europa, para determinr quién es el culpable de la situación, responsabilidad que, a su modo de ver, recae en Netanyahu, por haber ordenado, entre otras acciones, el bloqueo de la zona de Gaza y otro movimientos militares en el Golán.