AZNAR CREE QUE A CIU LE INTERESA PACTAR CON EL PP EL CONTROL DEL PARLAMENTO PARA PRESIONAR EN SU COALICION CON EL PSOE

MADRID
SERVIMEDIA

José María Aznar cree que la amenaza al PSOE formulada ayer por el presidente de CiU, Jordi Pujol, de pactar con el PP e IU el control de una mayoría no socialista en las Mesas, comisiones y Presidencias de Congreso y Senado, es algo más que una amenaza, según aseguró hoy una fuente cercana al presidente del PP.

El análiis de la dirección popular parte de la base de que, en la hipótesis de que finalmente PSOE y CiU negocien un programa de gobierno, a Pujol le conviene tener en el Parlamento, órgano de control del Ejecutivo, un instrumento de presión al PSOE del que poder echar mano durante la legislatura.

Aznar, que llevará personalmente los contactos con Pujol, según la misma fuente, ha delimitado tres etapas a corto plazo: lo que pase en la constitución del Parlamento (antes del 29 de junio), la formación de gobiero misma y el posterior equilibrio institucional.

En esta última fase, a meses vista tras la toma de posesión del Gobierno, es en la que más va a incidir el PP para hacer valer el "poder" que le dan los ocho millones de votos recibidos el 6-J (141 diputados).

Los conservadores recuerdan que la renovación institucional que se tiene que producir (Poder Judicial, Consejo de RTVE y otros) sólo se puede hacer con los votos de PSOE y PP (única manera de sumar tres quintos de las Cámaras), pero no con lo del PSOE y sus eventuales socios.

El presidente del PP considera que el primer problema con que se va a enfrentar Felipe González en esta legislatura es un dilema de casi imposible resolución: IU o CiU; a pesar de que también reconoce que cualquier combinación de gobierno que no pase por los socialistas (PP, nacionalistas e IU, más eventuales socios) no es viable.

La heterogeneidad ideológica de esa hipotética mayoría no socialista, explica la fuente consultada, no es obstáculo para un acuerdo istitucional que acabe con el famoso `rodillo' parlamentario del PSOE (arrebatandole la mayoría en el Congreso y Senado), pero si es un problema irresoluble a la hora de negociar un programa de gobierno.

EL DILEMA DE GONZALEZ

Pese a esta inviabilidad, Aznar se considera afortunado frente a ese dilema con que topará González: IU ya ha anunciado que el primer proyecto de y que va a llevar a las Cortes es la Ley de Huelga que PSOE y sindicatos pactaron antes de la disolución del Parlamento, que IU apoyó y que los nacionalistas no aceptan en sus actuales términos (además de que pueden bloquear el proyecto en el Senado).

De parte de CiU, Pujol ya ha dicho que pide la cesión del cobro del 15 por ciento del IRPF para empezar a hablar, algo a lo que el núcleo duro del `guerrismo' no aceptaba antes y mucho menos lo va a hacer ahora, cuando los socialistas han obtenido sus mejores resultados en zonas `guerristas' (Andalucía, Extremadura o país Vasco).

En este sentido, Aznar considera que Guerra tiene azón cuando se planta ante los que piden renovación en el PSOE, con el argumento de que renovación es ganar las elecciones y él lo ha hecho.

De puertas adentró del PP, dijo la misma fuente, Aznar va a actuar en dos frentes: potenciar la renovación del `aparato' del PP y de los cargos públicos en núcleos de población menores de 100.000 habitantes, que es donde ha ganado el PSOE (el PP venció en 39 capitales de provincia por 8 el PSOE).

A ello va encaminada una de las medidas que ayer tarde adoptó l Comité Ejecutivo del PP en su primera reunión tras las elecciones: encomendar a Mariano Rajoy esa renovación y eprobar la celebración en los próximos seis meses de los congresos provinciales y regionales pendientes.

De forma que en un territorio tan importante como Andalucía, y donde el PP considera que perdió las elecciones, no se vuelvan a repetir resultados, especialmente en el medio rural, de 60 por ciento de voto para el PSOE, por 15 por ciento para el PP.

El segundo frente será un mayor cntrol parlamentario. Aznar, personalmente, va a estar pendiente de la labor de sus diputados y senadores, a los que va a exigir asistencia todos los plenos con mayor rigor que en la legislatura anterior (sin mayoría, el PSOE no tiene ganadas todas las votaciones) y una mayor cualificación en sus respectivas áreas.

(SERVIMEDIA)
10 Jun 1993
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