El convenio pactado por España y Mauritania busca ofrecer 250.000 empleos a migrantes regulares hasta 2050. Los beneficiados vendrían a territorio español a ejercer un trabajo de forma estacional y, a su término, regresarían a su país. El objetivo final es desincentivar que los migrantes se lancen al mar en pateras o cayucos.

“Es una fórmula que España ya ha desarrollado de manera exitosa en diferentes países, y que constituye una buena herramienta para gestionar de manera ordenada y legal el flujo de migrantes”, defendieron ayer desde La Moncloa. Entre esos países se encuentra Marruecos, que cerró el acuerdo con el Gobierno del PP de Aznar, que hizo lo mismo con Colombia, Ecuador y República Dominicana.

El acuerdo marroquí vio la luz el 25 de julio de 2001. Fue firmado por Mariano Rajoy, entonces vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior. Ambos países se mostraron “deseosos de regular de manera ordenada y coordinada los flujos de mano de obra entre ambos países”, como se recoge en la segunda frase del convenio.

El entonces ministro de Empleo, de Formación Profesional, del Desarrollo Social y de la Solidaridad de Marruecos, Abbès El Fassi, calculó que “entre 10.000 y 20.000 trabajadores” podrían llegar a España gracias al texto, según declaraciones recogidas por distintos medios, entre ellos, ‘El País’. Y celebró que, a partir de ese momento, “en vez de buscar un viaje clandestino, el joven marroquí esperará a que la comisión de selección piense en él en uno, dos, tres o cuatro años”.

CRÍTICAS DEL PP

La medida no gustó al PSOE, que la tachó de “insuficiente”. “Si alguien piensa que va a solucionar el problema de las pateras, no lo hará”, auguró el entonces presidente andaluz, Manuel Chaves. 23 años después, se produce un cambio de papeles y es el PP el que critica a Sánchez por esta política.

“Es irresponsable alentar un efecto llamada en la peor crisis de migración irregular. En vez de ir a África a combatir las mafias, Sánchez promociona España como destino. Al revés que el resto de la UE. Quien venga, contrato en origen y carta de cumplimiento de nuestras leyes”, escribió el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a primera hora de la mañana de este miércoles.

El PP considera que, por un lado, no es la medida “más efectiva” para detener el flujo de inmigración ilegal, que era la “prioridad” de su gira por África. En lo que va de año han llegado 31.155 migrantes, un 66,2% interanual más, según el Ministerio del Interior. Y por otro, consideran que este anuncio supone “promocionar la llegada de migrantes” porque el resto de países europeos están poniendo sobre la mesa medidas más contundentes.

“España va en la dirección contraria, Sánchez va al revés que todos los demás. Mientras Alemania e Italia hablan de deportaciones masivas y acuden a los países de origen para frenar las salidas de esos inmigrantes irregulares, Sánchez habla de regularizaciones masivas y acude a los países de origen a alentar las salidas que es lo contrario de lo que habría que hacer en estos momentos”, declaró el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, en una entrevista en esRadio recogida por Servimedia.

CONTRATOS EN ORIGEN

Las fuentes consultadas en Génova evitan rechazar el contenido del plan de Sánchez y ponen el foco en el contexto en el que se anuncia. De hecho, el plan de migración del PP recoge “desarrollar un modelo efectivo de migración vinculado al mercado de trabajo”, en la línea de hacer contratos en origen.

“Es un disparate en toda la regla, es un llamamiento claro a la inmigración ilegal, a esa que gestionan mafias que ponen en peligro las vidas de personas dentro de pateras y que causa ciertos de muertes de las que Pedro Sánchez se corresponsabiliza después de hacer ese ese llamamiento que ayer”, añadió Tellado esta mañana. “Es tremendamente irresponsable y grave. Nuestro problema no es con la inmigración regular, nuestro problema es la inmigración irregular”.