Aznar, que hizo estas declaraciones en el curso de las jornadas "The Spain Summit" organizadas por el "Herald Tribune" en Madrid, adelantó también que el protocolo regulador del sistema eléctrico estará listo en "pocas semanas", aunque no hizo ningún tipo de comentario sobre el contenido del mismo.

Aseguró que el año próximo será decisivo en lo que a desarrollo del mercado de trabajo se refiere y se declaró respetuoso con el proceso negociador que sobre este tema mantienen sindicatos y epresarios.

Vaticinó que la reforma laboral se emprenderá en los primeros meses del 97 y advirtió a los negociadores que "un acuerdo que suponga que todo se quede como está no será suficiente" y provocaría la intervención del Ejecutivo en el diseño de las relaciones laborales.

El jefe del Ejecutivo hizo una defensa encendida de la participación de la iniciativa privada en la prestación de servicios públicos puesto que "mejora la calidad de los servicios, la gestión y permite un ahorro importante a erario público".

El Gobierno también abordará el año que viene el plan de reforma de la formación profesional y la reestructuración del INEM.

Aznar finalizó su intervención asegurando que su objetivo es convencer tanto a los ciudadanos españoles como a las instancias internacionales de que "España es un valor seguro y atractivo", cuyo Gobierno está dispuesto a abordar "todas las reformas necesarias por difíciles que estas sean".

El presidente abandonó seguidamente la sala rodeado de un nutrdo grupo de guardaespaldas que entre empujones apartaron a los periodistas a los que Anzar no quiso hacer "ningun comentario" sobre otros temas de actualidad.