En su primera visita al País Vasco desde las elecciones autonómicas del 13 de mayo, Aznar asistió a la Junta Directiva regional popular del País Vasco celebrada en el parador nacional de Argomaniz (Vitoria). El presidente llegó acompañado del líder del PP de Euskadi, Jaime Mayor Oreja,de la plana mayor del partido y del secretario general del PP, Javier Arenas.

En su intervención estuvo especialmente duro con el nacionalismo al que acusó de "mezclar" sus objetivos con los del terror. "Hay cuestiones", dijo, que son presentados como "objetivos irrenunciables" y en consecuencia "que son premisas indiscutibles, como es el supuesto derecho de autodeterminación y secesión".

Este objetivo, que a su juicio es de partido, se llega a presentar como "un principio democrático indiscutibl y además se le hace coincidir en todos los mensajes fundamentales de aquellos que son los agentes del terror", añadió.

Aznar rechazó, por tanto, que sea él quien "mezcla" terrorismo con nacionalismo. "Yo digo todos los días que mi objetivo es acabar con el terror", sentenció, "y usted todos los días dice que su objetivo coincide con el del terror. Yo no mezclo nada, en todo caso el que mezcla es usted. Ya me gustaría a mi que distinguiese mucho más entre sus fines y sus medios, que no es lo que estánhaciendo ahora, aunque eso sería bueno para ustedes y para el País Vasco".

El presidente devuelve así la pelota al Partido Nacionalista, sin nombrarlo, que le viene acusando de identificar al PNV con el terrorismo.

ALTERNATIVA

En su intervención ante los dirigentes del PP vasco, aseguró que seis meses después de las elecciones autonómicas se reafirma en su deseo de no dar "ni un paso atrás" y aseguró que lo imprescindible es "dar dos pasos adelante" y no para "resistir" haciendo una labor de "cntención" frente al nacionalismo, sino para consolidarse como "alternativa".

Ya en clara referencia al Gobierno nacionalista de Euskadi advirtió que "el País Vasco no se construye de espaldas a España, de espaldas a Europa, de espaldas al mundo, de espaldas a la realidad internacional, de espaldas a todo, porque se quiere ir ocurra lo que ocurra a un sitio imposible".

El presidente explicó que en la actualidad el debate internacional se centra en la elección entre "las sociedades abiertas, tolerates, plurales y libres y las sociedades cerradas, excluyentes y fundamentalizadas, que hacen de la exclusión su razón de ser".

Insistió en que no querer ver esto después de los atentados del 11 de septiembre es intentar poner al País Vasco fuera del mundo. Aznar argumentó que "todos los fundamentalismos" conocidos se parecen porque comparten el denominador común de ser ideologías "excluyentes" que no soportan "la pluralidad, la tolerancia, la discrepancia o la diferencia".

DESAFIOS

En referenci directa al Gobierno Vasco y al PNV que le retó la pasada semana a suspender la autonomía de Euskadi, Aznar dijo que no está por "desafiar a nadie", pero tampoco por aceptar "imposiciones" de supuestos principios democráticos que son, en realidad, estrategias de partido.

En este sentido, rechazó también "desafíos irresponsables" porque, "si alguien ha decidido llevar al País Vasco hacia ninguna parte, podrán ir ellos, pero no el País Vasco".

"No aceptamos desafíos ni imposiciones que son un sinsetido en el mundo de hoy, en la Europa de hoy y en la España de hoy y que no tienen ningún amparo desde el punto de vista cuantitativo", puesto que, sin contar los escaños de Batasuna en el Parlamento vasco, las fuerzas nacionalistas cuentan con 33 escaños y las constitucionalistas con 32, según dijo.

Aznar negó que el PP esté buscando la "exclusiva" de la defensa del orden constitucional y estatutario y aseguró que se sentiría satisfecho de que otros se sumaran a esa defensa.

Para el presidente dl Ejecutivo, las ofertas de diálogo hechas por los nacionalista son sólo un intento de "imposición" que consisten es pedir al los demás que "renuncien sin límites", haciendo pasar por objetivos democráticos irrenunciables, aspectos que son sólo pretensiones de partido, como es el caso de la autodeterminación que defienden el PNV y EA.

Sin embargo, para el PP el Estatuto de Gernika y la Constitución siguen siendo el espacio de encuentro de la gran mayoría de los vascos y no una etapa que pueda superars. En este sentido, insistió en la necesidad de reforzar las instituciones y de desarrollar la autonomía.

Aznar estuvo precedido en el uso de la palabra por Mayor Oreja y por Carlos Iturgáiz. El líder del PP vasco abundó en la idea de que es necesario consolidar al partido como alternativa al nacionalismo, mientras que Iturgáiz transmitió al presidente la voluntad de los concejales populares de "no dar ni un paso atrás" en la defensa de sus convicciones, así como su firme deseo de trabajar para presentr el mayor número de listas posibles en las elecciones muncipales de 2003. Al finalizar la junta directiva, los cargos electos del PP en el País Vasco comieron con Aznar.

Iturgáiz leyó ante la dirección del PP vasco la lista de todos los militantes y dirigentes populares que han sufido extorsión o amenazas terroristas desde la celebración de las elecciones y a ello precisamente les pidió Aznar que venzan el miedo y expliquen como en el País Vasco se han escrito "las páginas más impresionantes en defena de la libertad" de los últimos 50 años.

Igualmente, animó a todo el PP a trabajar para conseguir presentar el mayor número de listas posibles en las elecciones municipales y para culminar el próximo congreso popular con éxito.