"Resulta de un cinismo sangrante que a un accidente de esa magnitud en un enclave único en el continente europeo, con afección a un ecosistema que está declarado reserva de la biosfera, se le dé carpetazo de este modo", dijo Llamazares en un comunicado.

Explicó que el peligro de la balsa había sido denunciado en numerosa ocasiones por parte de los grupos ecologistas y por IU, incluso en el Parlamento Europeo, siendo siempre archivado sin más consideraciones.

"Aznalcóllar era la crónica de un desastre anunciado y decir desde una instancia judicial que no se aprecia imprudencia es un sarcasmo que permite a los responsables del accidente salir indemnes de un delito de consecuencias incalculables para la zona", concluyó.