Así lo afirmó en declaraciones a los medios de comunicación en la Puerta del Sol después de que se conociese que no acudirá este viernes al Palacio de La Moncloa dentro de la ronda convocada por el presidente del Gobierno. Preguntada por si el líder de su partido, Alberto Núñez-Feijóo, conocía su decisión, respondió que manifestó sus moivos en la reunión de la dirección del partido.

“Es mi postura” y “respeto totalmente” la postura de otros presidentes autonómicos porque “entiendo la situación que tienen”, pero “tengo claro que va contra los intereses de España y, por tanto, de Madrid de manera directa”.

Además, constató que, hasta el momento, las reuniones mantenidas con otros presidentes autonómicos “no han servido de nada”, porque el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, “cuando aún no había salido, le habían colocado un aeropuerto para inmigrantes sin consultarlo con él”.

En este sentido, Ayuso aseguró a la ciudadanía que, “si supiera que sirve para algo, no dudaría en hacerlo”, pero “llevo cinco años sometida a una campaña de desprestigio al más alto nivel y, además, utilizando todos los poderes del Estado”.

JUSTIFICACIÓN DE SU AUSENCIA

La presidenta regional consideró que Sánchez está organizando esta ronda de consultas “para hacernos cómplices de su pacto con Esquerra” y remarcó que no hay que olvidar el contexto en el que se realizan estas reuniones, porque “no ha sido que un presidente que toma posesión y se le llama para ver cómo está o para ver cómo acercar posturas”.

En este sentido, añadió que es una ronda donde “lo que necesita es forzar una imagen de supuesta unidad, tratarnos como si fuéramos mini Estados y mientras que los presidentes que representamos al 70% de los españoles no somos consultados por nada se pacta esa caja común y después se nos llama a blanquear o, sobre todo, a reconocer o dar por válido un pacto que es inasumible, que es a todas luces ilegal, que rompe con España, que rompe su economía, que somete a subidas de impuestos al resto de los españoles, que detrae recursos de todos los españoles, especialmente a Madrid, algo muy preocupante”.

Además, denunció que esta ronda de contactos también pretende “dar por válido que se esté fabricando una nación con el sufrimiento de todos los españoles, preparando un nuevo golpe” porque “ya una vez que gestionen su caja, ya ni siquiera se les va a poder frenar” e insistió en que “va contra el Estado de derecho, contra la verdad, contra la historia y contra la solidaridad de todos los españoles”.

La presidenta comentó que “tampoco creo que sea de recibo recibir los sucesivos ataques que hemos visto en estas últimas horas o días”, porque “creo que es algo que ya roza unos límites”. En este sentido, recordó que hoy hace diez años que falleció su padre y denunció que lleva cinco “defendiendo su nombre, soportando todo tipo de insidias y de calumnias” y lamentó que “lo han hecho en todo momento para intentar destruirme emocionalmente”, porque “tienen que ir a lo personal en ese aspecto” ya que “en las urnas no pueden”.

“Me han llamado asesina, genocida, loca, ida, corrupta… cinco años llevo, cinco años, y no lo hace uno cualquiera: lo hace el presidente del Gobierno, 22 ministros y todos los altos cargos socialistas a los que se les ha obligado a hacer lo mismo, da igual en el rincón de España en el que se encuentren. Pero yo siempre he estado ahí, a pesar de esto”, denunció.