Así lo afirmó en declaraciones a los medios de comunicación tras participar en la presentación del proyecto ‘Rock a la par’ de la Fundación A la Par, donde consideró que Sánchez y el fiscal general “no seguirían un minuto más en cualquier otro país, con un Gobierno con unos mínimos de decencia, de ética y, desde luego, de respeto por la separación de poderes y por el Estado de derecho”.

Ayuso incidió en que, con respecto a lo que está sucediendo en las últimas horas con el fiscal general, “a todas luces es un completo escándalo que se esté buscando una fiscalidad, una financiación y una impunidad para la política catalana”.

En este sentido, añadió que “estamos en una situación que no habíamos vivido hasta la fecha”, algo que calificó como un “auténtico despropósito” y se preguntó “qué es esto de que haya regiones con unos privilegiados sobre otros, con leyes y financiación hecha la carta para algunos”.

Mientras tanto, la presidenta regional denunció, en paralelo, “barbaridades” como la sucedidas en el Parlamento de Navarra ayer mismo, cuando “se señaló y se dejó como corrupta a nuestra monarquía” y, “muy especialmente, también el caso de Baleares, donde ha permitido el Partido Socialista que no se nombre hija predilecta de Mallorca a la Princesa Leonor”.

Para Ayuso, esta situación “nos demuestra que el PSOE ya se define como un partido de ultraizquierda y además que ha roto por completo la igualdad y la igualdad ante la ley y las oportunidades de todos los españoles en ese camino a la descomposición”.

La líder del Ejecutivo madrileño afirmó que el PSOE y, en concreto Pedro Sánchez, “ha llevado su proyecto a la ultraizquierda” y, para eso, ha decidido romper con todas las reglas y los consensos básicos del 78, privilegiar a unas comunidades autónomas frente a otras y muy especialmente romper ese principio de separación de poderes y de igualdad de los españoles ante la ley y las oportunidades”.

Por ello, concluyó diciendo que “lo que pretende hacer ahora mismo con Cataluña es una barbaridad, una atrocidad y demuestra que desde La Moncloa pretende comprar voluntades, pretende comprar elecciones y es un proyecto al que ya no le queda ningún límite en ese camino a la ultraizquierda”.