El edil hizo un llamamiento a la tranquilidad de los centros de beneficiencia que a partir de este año se ven obligados por le a abonar este impuesto. Asimismo, otros centros de servicios públicos también deberán abonar este nuevo tributo, lo que según el consistorio santanderino supondrá una recaudación de 180 millones de pesetas.

Francisco Remón explicó que "el equipo de Gobierno municipal del PP es lo suficientemente sensible para comprender que instituciones de marcado carácter altruista y sin ánimo de lucro no puedan ni deban hacer frente a los recibos del IBI que, por imperativo legal, ya se les han girado".

Asimimo, pidió "el consenso político de todos los grupos representados en el Ayuntamiento de Santander para acordar la manera de compensar totalmente dicho pago".

La Hacienda municipal analizará, según su responsable, todos los casos incluidos como beneficencia para, en su caso, "conceder una subvención municipal por el mismo importe de su deuda tributaria, por lo que quedarían anulados los efectos del pago del IBI en dichas intituciones".