Según la organización ecologista y la corporación municipal de Rivas, el Ayuntamiento de Madrid pretende ubicar el incinerador en el límite de la población, en un lugar próximo al vertedero de Valdemingómez.

El Ayuntamiento de Rivas, Greenpeace y las asociaciones de vecinos han solicitado tambiénuna entrevista con la concejala de Medio Ambiente de Madrid, Esperanza Aguirre, para que les explique las características de la planta.

"Esperamos que esta vez nos reciban", manifestó el concejal socialista Pablo Fon, quien afirmó estar harto de que todas las instalaciones que van en contra de los valores naturales se ubiquen en la zona Este de Madrid.

Para Greenpeace, la planta incineradora de residuos urbanos que la corporación madrileña pretende instalar cerca del vertedero de Valdemingómez seía "altamente tóxica y peligrosa".

Esta planta trataría, según la organización ecologista, unas 60.000 toneladas de basura al año y expulsaría al aire 60 toneladas de residuos y productos tóxicos concentrados.

El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid mantiene unas tensas relaciones con el de la capital, hasta el punto de que el año pasado presentó 14 denuncias por otros tantos presuntos delitos ecológicos cometidos durante 1990.

Entre ellos destacan la emulsión de humos y olores y la falta de cotrol de los residuos clínicos almacenados en el vertedero de Valdemingómez.