En la reunión del comité celebrada el pasado lunes se aprobó la medida por unanimida, por lo que se cumplirán los dos objetivos planteados por Ortiz: imprimir un carácter más social a los actos de Madrid 92 y procurar el acceso al Auditorio a vecinos que, de otra forma, tendrían más dificultades.

"Cada uno de los conciertos organizados por el consorcio cuesta una media de ocho millones de pesetas", aseguró el concejal, "y sería un despilfarro inaceptable permitir que, como ha ocurrido en algunas ocasiones, el aforo del auditorio se ocupe en una mínima parte".

Ortiz señaló que exsten cerca de tres millones de madrileños que aún no conocen el Auditorio Nacional, y 1992 será una ocasión muy propicia para conseguir una mayor difusión para uno de los centros musicales más importantes de España y Europa.

Como consecuencia de la aprobación de esta medida, el próximo miércoles, día 19, se materializará por primera vez la política de distribución de las entradas, para lo cual la Concejalía de Cultura ha iniciado contactos con las juntas de distrito.

El Consorcio Madrid 92 determnará el cupo de localidades que entregará a la concejalía para su reparto en función de los cálculos que realice, y dará prioridad a las zonas de la capital cuya renta per cápita sea más baja.