El programa, que durará hasta el 6 de enero de 1992, estará dedicado al mercado nacional y patrocinará las actividades de los ciudadanos que visiten Madrid los fines de semana.

Por ejemplo, los hoteles de cinco estrellas reducirán el precio de las habitaciones e un 40 por ciento. En el resto de categorías la reducción será del 30 por ciento. Renfe bajará las tarifas de los trenes y algunos centros comerciales, espectáculos y restaurantes rebajarán los precios cuando el cliente presente un talonario de atenciones especiales, que recibirá a su llegada al hotel.

Simón Viñals, concejal presidente del Patronato Municipal de Turismo, declaró que con este proyecto se trata de atraer a la máxima cantidad de visitantes a Madrid.

"La capacidad hotelera de lunes aviernes cubre aproximadamente entre el 80 y el 90 por ciento de las plazas. Sin embargo, durante los fines de semana, puentes y festivos este índice baja considerablemente", señaló.