Alrededor de 3.000 vecinos de Conil, localidad de unos 10.000 habitantes, se concentraron ayer en la plaza del ayuntamiento coincidiendo con la celebración del pleno y pidieron al alcalde, el socialista Saturnino Iglesias, que incluyera en el orden del día el polémico asunto de la incineradora.

Las mismas fuentes señalaron que si bien en un primer momento el alcalde mostró su rechazó a esta posibilidad, el voto favorable de los concejales de Izquierda Uida y la agrupación local Leales Conileños permitió su debate en el pleno.

La propuesta fue sometida a votación y los 17 ediles de la corporación votaron en contra de la construcción de la planta de tratamiento de residuos.

Según la citada comunidad de propietarios, este es el primer pronunciamiento unánime de un ayuntamiento andaluz contra la instalación de la incineradora de Miramundo.

Tanto la Ejecutiva Provincial del PSOE como el Gobierno regional y el Ministerio de Obras Públicas y Tranportes apoyan la ejecución de las obras.