La moción había sido defendida por todos los grupos menos el PP, que presentó otra iniciativa de urgencia pero que no llegó a tiempo de ser incluida en el orden del día y, por tanto, debatida.

Alberto Fernández Díaz, presidente del Grupo del PP en el Ayuntamiento, sentenció en su intervención que la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña nació como arma de confrontación con el anterior Gobierno.

Aseguró, además, que la propuesta de reforma define un modelo de sociedad profundamente intervencionista, que impone trabas al libre desarrollo de la iniciativa individual, y que bajo el pretexto de reconocer derechos, recorta libertades.

Con esa reforma, sentenció, el "cuatripartito", es decir, el Gobierno tripartito más CiU, "no pretende más Cataluña sino menos España".

Alberto Fernández Díaz hizo hincapié en defender el actual Estatuto como marco de convivencia de la pluralidad catalana, mientras que el resto de portavoces defendió la reforma, especialmente el alcalde, el socialista Joan Clos, pese a alertar de que aún queda un largo camino que recorrer.

Clos criticó en su intervención a quienes pretenden encender con esta reforma "una hoguera" de confrontaciones entre ciudadanos, y a quienes aseguran que el texto busca una Cataluña menos solidaria con el resto del Estado.