Gracias a este programa, el menor y sus familiares son atendidos durante un tiempo aproximado de seis meses por un psicólogo especializado en temas de violencia familiar, que intentará aclarar con el grupo familiar el origen del conflicto y ayudar psicológicamente a los menores que lo necesiten.

Además, este profesional especializado ofrece también sesiones de apoyo individuales y en grupos, además de hacer un seguimiento de los casos derivados al proyecto y de elaborar un informe evaluador que determinará si el menor y su familia necesitan continuar en el programa más tiempo del establecido inicialmente.

Los menores posibles beneficiarios de este proyecto son derivados a través del Programa de Familia del Centro de Servicios Sociales, tras detectarse que conviven o han convivido en ambientes familiares violentos y que presentan síntomas de sufrimiento psicológico y conductas desajustadas, así como los derivados de otros programas del Centro de Servicios Sociales o de otras áreas municipales o instituciones.

Desde su puesta en marcha, a finales de marzo, cinco casos de menores han sido ya derivados desde el Centro de Servicios Sociales al programa, que anualmente acogerá a unas 14 o 16 familias.