Estas ONG consideran "indispensable" que se produzca un incremento de la ayuda española en salud, en especial hacia los países menos adelantados y países de renta baja, y que este aumento sea a través de ayuda no reembolsable.

Según destacan en el estudio, la salud "es simultáneamente un objetivo y un instrumento para el desarrollo" porque "por una parte, contribuye a ampliar las capacidades y hacer efectivos los derechos de las personas y, por otra, constituye un requisito para hacer el desarrollo posible".

El informe, realizado por las citadas organizaciones con la colaboración del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), pone de manifiesto que la cooperación española debe aumentar su contribución al sector de la salud tanto en el ámbito técnico como presupuestario, estableciendo mecanismos de coordinación con todos los actores involucrados.

Las citadas ONG enmarcan sus demandas en un panorama desalentador: cerca de 1.200 millones de personas viven sumidas en la pobreza absoluta y once millones de niños mueren por enfermedades tratables.

Alrededor 750 millones de personas no tienen acceso a servicios sanitarios, algo más de 1.200 millones no disponen de agua potable y cerca de 500 millones no sobrepasarán los cuarenta años de vida como consecuencia de la enfermedad o de otras causas de muerte.

Igualmente, en el estudio se advierte de la amenaza del sida para la salud mundial por su tendencia alcista, incluso en los países desarrollados, y de su relevante impacto en el Africa subsahariana y en la infancia.

Otras enfermedades transmisibles sobre las que llama la atención por su incidencia en los países probres son la malaria y la tuberculosis.

Se recuerda también que es imprescindible más y mejor ayuda para el cumplimiento, en 2015, de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El informe analiza, además de la cooperación española en salud, la cooperación descentralizada, con especial referencia a la Comunidad de Andalucía. Asimismo, analiza la salud en la acción humanitaria y los retos que supone el aumento de las crisis humanitarias.