Los técnicos detectaron un problema de inyección en uno de los motores cuando iba a despegar en Salvador. La avería fue reparada, pero causó un retraso de tres horas y media en la llegada de Aznar a la capital chilena.

El percance ha trastocado la agenda de hoy y el presidente del Gobierno español no ha podido recibir en el aeropuerto de Santiago de Chile a don Juan Carlos, que llegó antes que él en contra de lo previso. El Rey hizo escala en Recife (Brasil) y aterrizó sin incidencias en Santiago a la hora señalada.

José María Aznar tenía prevista una agenda maratoniana de encuentros bilaterales con presidentes iberoamericanos al margen del programa propio de la VI Cumbre Iberoamericana. Quince entrevistas estaban ya cerradas, sin contar la del líder cubano, Fidel Castro, que como es habitual en este tipo de cumbres la fecha y hora de su celebración se mantienen en el misterio y la incertidumbre más absolutos.

El rey Juan Carlos ha concertado siete encuentros bilaterales: con el presidente de Portugal, el de la República Dominicana, el de Guatemala y un almuerzo con el presidente mejicano hoy sábado, y mañana con los presidentes de Ecuador, Colombia y Paraguay.

CAMBIOS DE AGENDA

Por su parte, la agenda del presidente del Gobierno iba a comenzar a las cuatro de la tarde, hora española, en el Palacio de la Moneda, con el presidente de Chile, Eduardo Frei, anfitrión de la VI Cumbre Iberoamericana que va a da cita a 23 jefes de Estado y de gobierno iberoamericanos.

Sin embargo, los presidentes de la República Dominicana, El Salvador, México, Costa Rica, Perú, Paraguay y Brasil tendrán que esperar, ya que la agenda de hoy ha tenido que ser reajustada.

Los jefes de Estado y de gobierno iberoamericanos buscan en esta 'cumbre' fórmulas que permitan la mejora de los sistemas democráticos, su gobernabilidad, una mayor eficacia en la gestión que permita, entre otras cosas, paliar en lo posible la pobreza y a miseria, que es el mayor problema de esta amplia región; lograr una mayor participación de los ciudadanos en la democracia; un respeto de los derechos humanos y el derecho internacional.

Una difícil combinación con la realidad que se vive en Cuba, pero también en regímenes como el mejicano, peruano, colombiano, argentino o el mismo chileno, que está todavía tutelado por los militares.