Rajoy acudió a la madrileña localidad de Navacerrada para clausurar los cursos de verano de FAES junto al ex presidente del Gobierno José María Aznar, quien previamente le avisó en su discurso de que la victoria electoral conseguida en las europeas del 7 de junio no garantizan el éxito del futuro.

El líder de los populares aseguró que el PP necesita abrirse aún más a una sociedad dispuesta a "escuchar" y "abrazar" a la oposición en estos tiempos de crisis, si se le ofrece un proyecto alternativo al Gobierno "con flato, agotado y sin rumbo" de Zapatero.

Rajoy criticó la "ideología de alquiler" del jefe del Ejecutivo y e instó al PP a "reforzar y concretar" su proyecto de gobierno con una "oferta política a los españoles" que demuestre que la oposición tiene "a punto la fibra de la responsabilidad y diálogo con todos los que defiendan el interés general en juego".

Asimismo, presumió de haber convertido de nuevo al PP en la "primera fuerza política del país" tras el triunfo electoral de las europeas y de haberse ganado "la centralidad política" si bien reclamo seguir trabajando para "abrir el perímetro de interlocución y las puertas del proyecto a todos los que tengan voluntad, talento e ilusión".