Así lo afirmaron hoy a Servimedia fuentes del Sindicato de Tripulantes Auxiliares de Vuelo de Líneas Aéreas (Stavla), quienes consideraron "totalmente imprescindible" la elaboración de una "lista negra" de compañías aéreas en el territorio español, algo que ya reclama este colectivo desde hace años, debido a la reducción de gastos de algunas compañías por la competencia de las líneas de bajo coste.

A este respecto, criticaron a la Dirección General de la Aviación Civil "por declarar ante los medios de comunicación, tan tajantemente como lo hace, que efectúa todos los controles correspondientes puesto que, a nuestro entender, no dispone de suficientes inspectores para el número de aviones existentes en el Estado Español".

De hecho, explicaron que Aviación Civil suele nombrar apilotos de Iberia que están "en la reserva" (con más de 60 años) para cubrir esas inspecciones. Estos profesionales, que cobran hasta los 65 años de su compañía aérea, también reciben un salario por estas inspecciones, lo que, a juicio del sindicato, "no asegura la imparcialidad del sistema".

Por otro lado, los auxiliares consideran "sorprendente" que el organismo que debe velar por la seguridad aérea, "haga caso omiso" de las denuncias de irregularidades en el cumplimiento de la normativa y de las reclamaciones planteadas por Stavla, ya que "no contesta ningún escrito".

SIN INSPECCIONES EN 15 AÑOS

Además, la propia Comisión Técnica para la Seguridad Aérea(formada por Stavla, los pilotos agrupados en Sepla y los profesionales de mantenimiento representados por Asetma), también ha denunciado "innumerables" irregularidades y "falta de inspecciones" a las compañías aéreas.

Las fuentes consultadas explicaron que dicha Comisión elaboró una encuesta entre los profesionales "en la que se deja clara constancia de la falta de inspecciones de operaciones aéreas de aviación Civil", ya que el estudio concluye que la mayoría de los preguntados no ha tenido ninguna inspección en periodos superiores a 15 años.

"Estamos completamente indefensos y no sabemos donde acudir, porque aquellos que debían ser nuestros interlocutores se limitan a guardar las denuncias en cajones y ni siquiera se preocupan de contestar a nuestras peticiones de información. Es muy triste que se permita a las compañías reducir costes sin analizar de donde se recorta el presupuesto", concluyeron desde Stavla.