La detención de los patrones Miguel López Ruiz, Pedro López Segura y Juan Devesa Sánchez, así como de los armadores Juan López García y José López Segura, se produjo al comprobar las autoridades marítimas de Marruecos que, junto a la licencia de pesca de la Comunidad Europea, las embarcaciones españolas portaban otra licencia falsificada, que daba permiso para faenar dentro de las aguas juisdiccionales.

El ingreso en prisión de los cinco españoles estuvo acompañado por la detención de varios funcionarios de pesca de Marruecos, así como un pescador de esa misma nacionalidad, enrolado en uno de los arrastreros apresados.

En las primeras declaraciones ante la justicia alauita, los armadores españoles manifestaron que compraron las licencias motivo de su encarcelación a oficiales de Marina de Marruecos, lo que podría contradecir la versión original, ya que los detenidos magrebíes son uncionarios civiles.

La Embajada de España en Marruecos intenta la liberación de los españoles, aunque sea mediante el pago de una fianza. No obstante, los cargos presentados contra los patrones y armadores dificulta la negociación, ya que los delitos que se les imputan son considerados graves en la legislación marroquí.

Falsificación de documento público, utilización de documento falsificado, tráfico de influencias y soborno son algunos de los cargos presentados contra los marineros españoles, qe, según fuentes de la Asociación de Armadores de Málaga, gozan de buena salud y reciben todo tipo de atenciones de la Embajada de España.

Aunque las tres embarcaciones continúan amarradas en el puerto de Tánger, la mayoría de la tripulación se encuentra ya Málaga y Almería, al no presentar la justicia de Marruecos cargo alguno contra ellos. Sólo permanecen en el país norteafricano, además de los detenidos, los maquinistas, con el fin de asegurar el regreso a puerto español de los pesqueros una vez qu las autoridades marroquíes lo estimen oportuno.