Cercós afirmó que serán necesarios entre dos y tres años para equilibrar las cuentas del sector, periodo en el que auguró la desaparición de "un gran número" de las más de cien aseguradoras del automóvil actualmente en ejercicio. Entre 1988 y 1990 dejaron de funcionar 27.

Explicó asimismo que el volumen de primas contratadas en 1991 ascenderá a unos 670.000 millones de pesetas, lo que representa un incremento el 10 por ciento en relación a 1990, menor que el 15,1 por cien de crecimiento registrado el año pasado respecto al 89.

Según Cercós, la ralentización en el crecimiento de las primas obecece sobre todo a las menores ventas de automóviles y, en menor medida, a la transformación de seguros a todo riesgo en otros de garantías de responsabilidad civil o con cobertura para daños parciales.

CONTRA LOS NO ASEGURADOS

Anunció también que las aseguradoras de automóviles están negociando con la Dirección eneral de Seguros la imposición de una viñeta identificativa de los conductores suscriptores de pólizas para impedir la circulación sin seguro.

Señaló que todavía se está discutiendo el formato y la fecha de aplicación de la viñeta, que existe en otros países europeos, como Francia, donde los conductores deben llevarla obligatoriamente a la altura del limpiaparabrisas.

En su opinión, aunque no hay datos disponibles del número de automovilistas "piratas", el crecimiento de las cantidades pagadas pr el Consorcio de Compensación de Seguros (que se hace cargo de los accidentes provocados por vehículos robados o sin seguro) muestran que van en aumento.

Cercós aseguró que el mayor problema del sector es el elevado índice de siniestralidad, y recordó que en 1990 se produjeron en España 6 millones de accidentes con un parque de 14 millones de vehículos, mientras que en Francia hubo 5 millones de siniestros, con un parque de 30 millones de automóviles.

Finalmente, aseguró que la patronal de las aeguradoras del automóvil no formulará ninguna recomendación de subida de tarifas en 1992, y que será cada compañía la que fije su política en este apartado.

No obstante, es prácticamente seguro que crecerán por encima de la inflación, puesto que también lo harán los tres principales costes que pesan sobre las aseguradoras: los convenios sanitarios, los talleres de reparación y las indemnizaciones por daños personales.

Añadió que la Ley del Seguro Privada, aprobada recientemente por el Gobierno co el propósito fundamental de abaratar los precios del sector, tardará algún tiempo en reflejarse en los precios de las pólizas.